
A mar revuelto ganancia de pescadores. Y es que la marejada del parqué nipón ha dado luz verde a los especuladores. La corrección vertiginosa que han protagonizado los títulos de las compañías que componen el Nikkei en los últimos días (retrocedió un 17% entre el viernes y el martes) han vuelto de golpe más asequible a un mercado que en los últimos tiempos ya se estaba empezando a considerar barato.
Los últimos desplomes en el parqué japonés han provocado una situación inédita, que el Nikkei nunca haya estado tan barato en 15 años por PER (número de veces que el beneficio está dentro de la acción) como ahora: 12,2 veces. Una cifra, además, que ha variado de forma acusada en tan sólo 15 días. A finales de febrero se estimaba un PER de 15,3 veces.
Ayer, la bolsa japonesa se descolgaba de las pérdidas de las últimas sesiones, registrando un alza del 5,68% al cierre de la sesión. Las alzas tuvieron otro efecto, devolver al principal índice de referencia nipón al nivel de los 9.000 puntos.
"Lo lógico es que el rebote haya sido fruto de la sobreventa de los días anteriores", explica Joan Cabrero, analista de Bolságora para Ecotrader, que matiza que el soporte del Nikkei está en los 8.600 puntos. Una vez más, fueron decisivas las últimas inyecciones de capital que efectuó el Banco de Japón, primero 9 billones de yenes (79.604 millones de euros) y más tarde, también antes de que cerrara la sesión en Asia, otros 13,8 billones de yenes (122.060 millones de euros).
El VNKY, el indicador que mide la volatilidad del Nikkei, también reflejó la relajación de la presión vendedora: cerró con una ligera caída, en torno al 0,20%, después de haber registrado subidas superiores al 70% tanto en la sesión del lunes como en la del martes, lo que supuso el segundo mayor repunte desde la creación del índice, sólo por detrás del mes posterior a la quiebra de Lehman Brothers en 2008.
Durante la sesión de ayer, químicas y constructoras fueron las que mejor se comportaron en el parqué. En el lado contrario, Tokio Electric Power (Tepco), la compañía que gestiona la central de Fukushima, repitió como la más castigada. El valor se desplomó otro 24%, de tal forma que desde el viernes ya acumula un retroceso superior al 57 por ciento (ver gráfico), que la ha devuelto a precios que no se veían desde 1982.
De momento, los analistas no han tocado sus expectativas de beneficio para 2011. Al igual que tampoco se han visto modificaciones en las otras compañías más afectadas en el parqué a raíz del terremoto, Japan Steel Works y Tokio Dome.