
En el mundo hay dos tipos de dictaduras: las políticas, contra las que ahora se están revelando países como Libia, Egipto o Túnez; y las de los mercados, a las que en el ultimo año se han tenido que enfrentar países democráticos pero no por ello poco endedudados como España, Grecia, Irlanda o Portugal.
Todo ellos han visto cómo esos mercados les pedían cada vez más y más rentabilidad a cambio de convertirse en sus acreedores.
Pero ¿realmente este aumento de la rentabilidad estaba justificado en un incremento de riesgo país o respondía a una cuestión más especulativa? A juzgar por el posicionamiento de los gestores de fondos de bonos europeos públicos, parece que más a lo segundo ya que en el último año éstos han incrementado la exposición a bonos públicos españoles en su cartera en un 33%, hasta los 16.430 millones de euros, según los datos de Morningstar. Una decisión en la que coinciden con los planes de pensiones españoles, que, según los datos de Inverco, tenían el 27% de su patrimonio en deuda pública española, la cifra más alta de los últimos cinco años.
La huida griega
Es decir, la posibilidad de que España imitara a Grecia y solicitara un rescate a la Unión Europea nunca fue una opción que realmente consideraran. Diferente es, sin embargo, la sensación que se desprende de la inversión en deuda de los compañeros de España en el grupo de los PIGS: Portugal, Irlanda y Grecia.
Con la excepción irlandesa, cuyo aumento de rentabilidad de sus bonos a 10 años- ha pasado del 4,63 al 9,12% en doce meses- sí fue interpretado como una ventana de oportunidad, los gestores optaron por reducir exposición a la deuda de países como Grecia y Portugal. Concretamente, el dinero invertido en bonos helenos a través de fondos de deuda gubernamental cayó un 58%, y el atesorado en deuda portuguesa, un 14,70%.
Por el contrario, la exposición a Irlanda aumentó un 12%. Una cifra, aunque positiva, muy inferior a la de España, No sólo en porcentaje sino también en volumen de activos ya que, según los datos de Morningstar, la cantidad que tienen invertida estos gestores en bonos irlandeses es de tan solo 2.154 millones de euros, un 13% de lo que tienen en España.
Precisamente es el mercado español en que más rápido parece estar olvidándose del varapalo sufrido en 2010. Su mercado de acciones se ha convertido en el más alcista de Europa, con permiso del italiano, en lo que va de año ya que rebota un 9,77%. Y este regreso de los inversores también ha tenido su repercusión en el mercado de renta fija. Así, la rentabilidad del bono español a diez años ha pasado del 5,45 al 5,35% y las subastas de deuda se le han abaratado considerablemente, lo que no ha impedido que la demanda siga siendo fuerte.
Más oportunidad que riesgo
Esto explica que cada vez sean más los expertos de mercado que están a favor de considerar la inversión en bonos españoles. Sobre todo tras las reformas aprobadas por el Gobierno y el decreto ley que obliga a una reestructuración de las cajas.
Sólo en la última semana Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo, ha abierto la puerta a una futura inversión en bonos españoles. Así, lo ha manifestado Andrew Bosomworth, analista de la gestora estadounidense en una entrevista con Bloomberg en la que asegura que "los bonos del Tesoro (español) están mejorando con toda seguridad", además de considerarlos más fiables que los de Grecia o Portugal.
Más allá ha ido Barclays Capital. La firma inglesa publicó la semana pasada un informe en el que directamente recomienda la inversión no sólo en deuda del Estado sino también en cédulas hipotecarias, la opción de financiación a la que están recurriendo los bancos y cajas en esta pimera parte del año. "El repunte de los diferenciales de los bonos públicos españoles ofrece una buena oportunidad para cubrir las posiciones bajistas o para reducir la infraponderación en deuda española", aseguran.
Pero, sin duda, si hay una prueba de que la deuda española puede haber pasado lo peor ya ha pasado, lo que no implica que no se lleve aún algún que otro susto, es el hecho de que una gestora, Bankpime, ha lanzado un primer fondo centrado en la inversión en bonos españoles. El primero desde el año 2005. Se trata de Fondo Deuda Pública Octubre 2013. "No hemos querido desaprovechar esta oportunidad histórica", afirma Eduard Sallés, consejero delegado. De momento, están captando medio millón de euros a la semana.