No es oro todo lo que reluce. Al menos eso piensa Jeffrey Gundlanch, fundador de DoubleLine Capital y considerado por la prestigiosa revista Barron's como "el rey del mercado de bonos". En un artículo publicado durante el pasado fin de semana, este gestor de fondos ofrece una previsión bastante apocalíptica de la situación a la que se enfrenta la economía norteamericana y su renta variable.
Para empezar, siguiendo la línea ya trazada por Meredith Whitney, vapuleada por los expertos en EEUU después de asegurar que entre 50 y 100 ciudades de EEUU podrían acabar en quiebra técnica este año, Gundlanch deja claro que los bonos de deuda municipales perderán hasta un 40% de su valor este mismo año. Es decir, un claro colapso de este mercado que estará propiciado principalmente por la naturaleza de sus inversores, ciudadanos de a pie que suelen asustarse y retirar su inversiones cuando el mercado presenta sus primeras turbulencias.
Mientras pesos pesados de la industria de bonos, como Bill Gross, director de inversiones de Pimco, aseguraron que el documento de Whitney "no valía ni el papel sobre el que estaba escrito", parece que Gundlanch, cuyos beneficios en el mercado de bonos han sido tremendas durante los últimos años, apoya la tesis de la que fuera analista de cabecera de Wall Street. No hay que olvidar que el mercado de bonos en EEUU mueve actualmente alrededor de 2,7 billones de dólares. Eso sí, al contrario de Whitney, el fundador de DoubleLine Capital no ofrece un número aproximado de quiebras.
"No estoy seguro de si las pérdidas alcanzarán los 10.000 ó 30.000 millones de dólares pero eso no es importante, lo que importa es el pánico que va a sufrir este sector", aseguró a Barron's.
Más problemas inmobiliarios en EEUU
Por otro lado, este inversor también atisba más problemas en el mercado inmobiliario de EEUU, cuyos precios parecen no haber tocado fondo todavía. De hecho, Gundlanch afirmó que el coste de las viviendas a este lado del Atlántico todavía podrían sufrir una caída de entre el 10 y el 15 por ciento a lo largo de 2011. Por supuesto, esta caída vendrá acompañada de una nueva oleada de desahucios y un incremento del inventario de vivienda en el país.
Por último, Gundlach que nunca se muestra tímido a ofrecer su opinión sobre la renta variable norteamericana, aseguró que "el S&P 500, que en estos momentos se encuentra por encima de lo 1.300 puntos, caerá hasta los 500 puntos en los próximos años". "Sólo puedo justificar mi tesis diciendo que 2011 va a ser un año muy duro para la renta variable", añadió.
Veremos a ver que ocurre pero parece que, de momento, los alcistas se han asentado sobre los parqués estadounidenses, veremos a ver si esta tendencia dura o finalmente el pesimismo trazado por Gundlach terminará por hundir la renta variable de EEUU.