Bolsa, mercados y cotizaciones

Prepárese para una subida de la inflación

Si hay un asunto candente en la actualidad financiera ese es sin duda el aumento de las expectativas de inflación. Hasta el momento este temor se ha concentrado en los países emergentes.

Esta semana el Banco Popular de China ha subido una vez más sus tipos de interés en 25 puntos básicos para aplacar las presiones inflacionistas que sufre el país (se estima que la inflación ha superado la barrera del 6% en país asiático). En Brasil la tasa de inflación aumentó 0.75% en enero, la mayor subida de precio mensual desde el pasado mayo, situando el aumento de precios en los últimos doce meses en el 4,6%. Pero esa tendencia a mayores niveles de inflación bien podría trasladarse a los países desarrollados aunque probablemente no en el corto plazo. En cierto sentido este movimiento es lógico ya que es la consecuencia directa de la recuperación económica a nivel mundial. Por otra parte las inyecciones de liquidez implementadas por los bancos centrales también podrían generar inflación a medio plazo. Aunque históricamente un poco de inflación nunca le ha venido mal a los mercados bursátiles, lo cierto es que poco a poco los inversores harían bien en pensar cómo proteger sus carteras contra los efectos de la inflación.

Formas para luchar contra la inflación

Una de ellas es incrementar el peso de las materias primas ya que en momentos de subidas generalizadas de precios de los bienes y servicios, estas, lógicamente, suelen trasladarse al precio de las materias primas. Y cuando los precios suben, los productores tienden a producir más, por lo que necesitan más materias primas, provocando subidas de precio. Además una de las grandes ventajas de las materias primas es que se trata de un activo que está poco correlacionado con los activos tradicionales como son las acciones o los bonos (en algunos periodos esa correlación ha sido incluso negativa, lo que significa que mientras la renta variable o la renta fija sufrían caídas, las materias primas registraban ganancias), por lo que ofrece una excelente oportunidad de diversificación para cualquier tipo de inversor. En particular el oro ha sido un activo que se ha comportado relativamente bien en momentos de alta inflación.

Una segunda medida que pueden aplicar los inversores es reducir la duración de la parte de renta fija de sus carteras. Una elevada inflación provoca en efecto una subida de los tipos de interés que afecta negativamente a los fondos de renta fija invertidos a más largo plazo (y, especialmente los de deuda pública).

Los inversores muy preocupados por un efecto pernicioso de la inflación también harían bien en no sobreponderar la renta variable de países emergentes en sus carteras ya que, como hemos mencionado al principio del artículo, son precisamente estos países los que están experimentando mayores aumentos de los niveles de precios. De hecho estos fondos son los que peor comportamiento están mostrando en este inicio de año 2011.

Pero probablemente la manera más eficiente de protegerse contra el impacto de la inflación es invirtiendo en los llamados fondos de bonos ligados a la inflación. Sin entrar en muchos detalles técnicos, lo que hacen los bonos ligados a la inflación es reajustar periódicamente el cupón y/o el principal en función de la tasa de inflación. Si ésta aumenta por encima de las expectativas de los inversores, un cupón superior compensará la pérdida de poder adquisitivo.

En definitiva el inversor preocupado por el aumento de los precios tiene a su disposición un arsenal de herramientas que le permiten amortiguar el impacto negativo de una subida de la inflación.

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