
La agencia de calificación crediticia ha anunciado que mantiene el rating AA para la deuda española pero que mantiene la perspectiva negativa, por lo que se mantiene la posibilidad de rebajas a medio plazo.
"Los ratings de España reflejan los beneficios de una economía moderna y relativamente diversificada, así como nuestra opinión respecto a la continuada resolución política del Gobierno para afrontar los desafíos pendientes como refleja la significativa aceleración desde 2010 de la consolidación presupuestaria y de las reformas estructurales", destaca Marko Mrsnik, analista de crédito de Standard & Poor's.
No obstante, el analista de S&P advierte de que los ratings de España continuarán bajo presión por el elevado endeudamiento privado, así como por los desafíos a la competitividad de la economía, los persistentes problemas en el mercado laboral y la débil posición financiera neta exterior de la economía.
"La perspectiva negativa refleja la posibilidad de una rebaja si la posición fiscal de España se desvía materialmente del objetivo del gobierno y si las vulnerabilidades económicas y financieras persisten", añaden desde S&P.
El gobierno español se ha fijado como objetivo prioritario la reducción de su déficit público, que alcanzó el 11,1% del PIB en 2009 y debería situarse en el 9,3% en 2010. El ejecutivo apunta al 6% en 2011 y al 3% en 2013.
La agencia espera que la deuda de España aumente hasta el 61,2% del PIB en 2011 y hasta el 65% en 2012. En cuanto al crecimiento, S&P espera que el país crezca un 0,7% en 2011 y un 1,5% en 2012.
El año pasado, Standard & Poor´s rebajó dos veces el rating de España, en enero y en abril, que hasta entonces era de AAA, la máxima calificación crediticia posible.