Bolsa, mercados y cotizaciones

En la dirección correcta... las tensiones se reducen y la bolsa española es la más alcista

Medidas nuevas y en la dirección correcta. La tensión que se había instalado en la bolsa española desaparece momentáneamente a la espera de que se conviertan en un cortafuegos para frenar el incendio que asola la Europa del euro.

Las medidas anunciadas por el Ejecutivo y, sobre todo, la esperanza en que el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, apruebe medidas expansivas, como la compra de deuda pública, han logrado impulsar las compras en el parqué madrileño. El Ibex corrigió hasta los 9.678,4 puntos básicos, apuntándose el segundo mayor avance del año, un 4,4 por ciento, siendo además el índice europeo más alcista.

Hoy ha sido un claro día de correción. Las principales plazas del Viejo Continente cerraron la jornada en positivo. El índice portugués, el PSI 20, ha cerrado con un avance del 2,97 por ciento y el Dax alemán ha ganado un 2,66 por ciento. Y en las Bolsas de Milán y Londres las subidas han alcanzado el 2,41 y el 2,07 por ciento, respectivamente.

"El mercado está descontando que el BCE va a tomar alguna medida más expansiva, ya sea la compra de deuda o la bajada del tipo de interés oficial", asegura Susana Felpeto, analista de Atlas Capital. "Había muchas posiciones cortas y ayer se cerraron de forma muy brusca a la espera de la reunión", señala la analista. El mercado espera y anticipa que el BCE actúe. Las medidas previstas abarcan desde una inyección de liquidez -como ya aprobara la Reserva Federal a principios de noviembre- hasta la compra de bonos, e incluso participar en el mercado de CDS, el activo con el que los inversores se protegen en caso de impago y cuyas compras también se han disparado elevando fuertemente su valor.

Este anuncio es especialmente demandado desde España, donde los alcistas han tenido otro motivo al que agarrarse. El rebote se alimentó de las medidas de estímulo anunciadas por el Gobierno. El mercado había escuchado palabras que aseguraban la estabilidad de la economía y del Tesoro, pero reclamaba un plan de medidas reales que permita rebajar el déficit público hasta el seis por ciento el año que viene.

La renta variable necesitaba algunas excusas para corregir las pérdidas. "El Ibex acumulaba varias sesiones tratando de subir. La apertura comenzaba en positivo pero entonces entraba el miedo por el mercado de deuda", comenta Javier Ferrer, desde Banif.

Atrás al lastre español

Noviembre forma parte ya de la historia negra de la bolsa española. La caída de más del 14 por ciento sufrida por el mercado español llevó al Ibex 35 a registrar su peor balance desde la quiebra de Lehman y registrar uno de los cuatro peores saldos desde que se creó el índice en 1993. En este 'triple' hito, España vuelve a tener un papel protagonista. Una vez más, el parqué español es el que más perdió en el último mes-un 13,5 por ciento- en la evolución del Stoxx 600. La crisis periférica y el riesgo de que España se pueda encontrar en la lista de los próximos países en requerir ayudas económicas pasó factura. Una posibilidad que el mercado contempló y que llevó a cerrar el mes con las mayores caídas del continente. Los retrocesos abren ahora la oportunidad de que España sea el mercado que más rebote en las próximas sesiones.

Italia y Portugal son los otros mercados que más han penalizado al Stoxx 600 en el último mes, al perder un 10,7 y un 8,3 por ciento, respectivamente. Otra falta de confianza que en el caso italiano ya se puso de manifiesto en la débil demanda extranjera que se registró en la colocación de la emisión de bonos italianos del pasado lunes.

Un respiro al Tesoro

Este temor se diluyó por un momento. Después de once jornadas consecutivas en las que interés exigido al Tesoro Público español ha ido en aumento, el mercado otorgó una sesión de tregua. La rentabilidad de los bonos españoles a diez años cerró ayer en un 5,28 por ciento en el mercado secundario, después de haber alcanzado el 5,5 por ciento en la jornada anterior.

Este recorte, añadido a que el rendimiento exigido al bund alemán subió un 4 por ciento, provocó que se redujera la diferencia entre ambos. Así, la prima de riesgo exigida al organismo emisor, que hoy se enfrenta a una nueva subasta de bonos a tres años (ver página 9), se redujo en un 11 por ciento, hasta los 250 puntos básicos.

Otras de las muestras de destensión se reflejó en los escudos con los que los inversores se protegen en el caso de que el Estado no pueda hacer frente a los pagos. El CDS español se relajó hasta los 318 puntos básicos, del mismo modo que el valor del seguro contra impago portugués se contrajo hasta los 474 puntos básicos, después de tres jornadas en las que se colocó por encima de los 500 puntos básicos.

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