España ha vuelto a acudir al mercado 48 horas después de la subasta de letras. Esta vez ha colocado 3.593 millones de euros en obligaciones a 10 y 30 años. Eso sí, estas emisiones le han salido un 10% más caro.
Era lo que se esperaba. El Tesoro Público ha tenido que pagar unos intereses superiores a los de anteriores emisiones. Ya ocurrió el martes, cuando el coste de colocar letras a 12 y 18 meses se encareció un 30 por ciento con respecto a octubre.
Así, ha anunciado que ha colocado 2.586 millones de euros en bonos a 10 años con una rentabilidad del 4,61%, frente al 4,14% anterior, lo que supone un encarecimiento del 11,3 por ciento. Además, también ha vendido entre los inversores obligaciones a 30 años por valor de 1.007 millones de euros con una rentabilidad del 5,48% frente al 5,07% de la subasta anterior.
La demanda ha superado a la oferta en 1,84 veces en el caso de los bonos a 10 años, frente al ratio de 2,32 veces de la subasta anterior. En el caso de las obligaciones a 30 años, este ratio ha sido de 2,05 frente al 2,01 de la anterior emisión.
Al mismo tiempo, el Tesoro también ha tenido que lidiar con el incremento de la prima de riesgo, es decir, el interés adicional que exige el mercado a los bonos españoles a 10 años sobre los alemanes. Ayer, esta diferencia se amplió de los 198 a los 202 puntos básicos -ó 2,02 puntos porcentuales-, cuando hace un mes estaba en los 163 puntos básicos y a mediados de septiembre, en los 172 puntos básicos.
Idéntica evolución ha protagonizado el seguro contra el riesgo de impago (CDS) de la deuda española. En la sesión de ayer llegó a subir hasta los 265 puntos básicos, con lo que permanece cerca de los máximos históricos marcados la pasada semana cerca de los 290 puntos básicos.
El último esfuerzo
Tras la operación de hoy, el Tesoro Público habrá emitido ya unos 195.000 millones de euros en deuda bruta en lo que va de 2010, con lo que ya tendrá cubierto el 89,5 por ciento de las colocaciones totales previstas para el conjunto del ejercicio, cifradas en 218.000 millones de euros. Esta lluvia de títulos provocará que la cantidad de deuda española en circulación despedirá el año en torno a los 550.000 millones de euros, 75.000 millones por encima de la cifra existente a finales de 2009.
La siguiente subasta tendrá lugar el martes 23 de noviembre, jornada en la que adjudicará letras a tres y seis meses. Y para diciembre tiene programadas por el momento cuatro subastas: dos de letras y otras dos de bonos y obligaciones.