
A tenor de lo que se puede observar en el comportamiento de los principales índices europeos y a falta de que veamos la confirmación de pérdida de niveles análogos en Wall Street, para lo cual habrá que esperar a que al cierre de la sesión al otro lado del Atlántico se pierdan los mínimos del pasado viernes, todo apunta a que pintan bastos en la renta variable internacional. No compensa mantener una elevada exposición a la renta variable ahora.
Definitivamente algo podría haber cambiado y el riesgo en estos momentos no es el hecho de que se haya visto un techo dentro de las subidas de corto plazo, sino que el giro bajista acabe derivando en caídas que habiliten la reanudación de la tendencia bajista iniciada en los altos del año. Esto es así en la medida que la renta variable ha fracasado de forma general en resistencias clave no de corto sino de medio plazo.
Les hablamos de resistencias que han frenado las subidas a lo largo de los últimos cuatro meses en índices europeos como el Euronext 100, el DAX 30 alemán, el CAC 40 francés o el AEX 25 holandés. En Estados Unidos ocurre algo similar ya que el patrón bajista que podría confirmarse hoy si índices como el Dow Jones Industrial o el Standard & Poor's 500 pierden soportes de 10.500 y 1.102 puntos respectivamente, se estaría produciendo en la zona de fuerte resistencia como son los máximos del pasado 21 de junio que, recordemos, son el origen del último proceso bajista que provocó que se marcaran los mínimos del año. No acaba ahí la cosa ya que tal y como les hemos analizado estos dos últimos días, los principales índices asiáticos han fracasado también en resistencias fundamentales.
Todo ello debería hacer reaccionar a cualquier inversor que esté muy expuesto a la renta variable ya sea reduciéndola o cubriéndose mediante la venta de futuros. Lo bueno de la historia es que el mercado nos ha marcado claramente donde están las resistencias clave de medio plazo, de cuya ruptura depende que podamos favorecer alzas importantes en próximas semanas e incluso meses. Estas resistencias aparecen de forma general en los máximos de las dos últimas semanas y mientras no se rompan no hay motivos para tener una elevada exposición a la bolsa ya que el mercado podría moverse de forma lateral en el mejor de los casos.