En un momento en el que la renta variable europea y norteamericana está probando la fortaleza de resistencias clave que de forma general se localizan en los máximos de la semana pasada, de cuya ruptura depende que podamos seguir favoreciendo un contexto de subidas adicional, no queremos perder de vista la evolución de la renta variable de China.
Es ahí donde muy probablemente encontremos pistas que puedan ayudarnos no solamente a buscar un aumento en la exposición que tenemos en ese país sino que nos ayuden a dar mayor o menor fiabilidad a una eventual superación de resistencias en Europa y EEUU.
De hecho, consideramos que la evolución de China va a ser clave en el devenir de la renta variable en próximas semanas y meses. La lectura analítica sería muy distinta si observamos la ruptura de resistencias fundamentales en el FXI, que es un fondo que intenta hacer coincidir (antes de comisiones y gastos) el FTSE / Xinhua China 25 Index, que si vemos un fracaso en las mismas.
En el primer caso se podría abrir un escenario de alzas que podría ser además de sostenible en el tiempo muy sensible toda vez les hablamos de la posibilidad de ver alzas adicionales del orden del 25%, lo cual cuadraría con una de las hipótesis de trabajo que barajamos en la que el EuroStoxx 50 podría buscar en próximos meses resistencias de 3.500 puntos. En el segundo caso, si el FXI falla ante sus resistencias, habría que poner entre paréntesis una eventual ruptura de resistencias en las bolsas occidentales.
Vamos a ver a continuación donde se localizan estas resistencias que les sugerimos vigilar en próximas fechas. Primero les pondremos en situación y para ello no hay nada mejor que ver la evolución a lo largo de los últimos meses del FXI. Fíjense en el gráfico adjunto como el FXI, cuya evolución es muy similar al Hang Seng, lleva trece meses consolidando posiciones en un movimiento que tiene visos de que podría ser una simple pausa previa a una continuidad alcista.
El problema es que esta pausa podría ser aún más amplia y en vez de trece meses podrían transcurrir dieciocho antes de resolverse al alza, que es a priori el escenario que favorecemos como más probable.
Para poder tener evidencias técnicas que permitan favorecer el fin de esta fase correctivo-consolidativa es preciso que la presión compradora logre romper la directriz bajista que les señalamos y primeras resistencias horizontales, cuya ruptura supondría la confirmación de un patrón de continuidad alcista en forma de doble suelo. Les hablamos de resistencias que en el FXI aparecen en la zona de los 43 y en los 44,60. Fíjense como a corto la aproximación a la primera ha frenado en seco los ascensos y está provocando caídas.
De hecho, si nos vamos al gráfico del Hang Seng podremos ver como el giro bajista se está produciendo justo en el techo del canal bajista por lo que se confirma que la zona actual también es clave para este mercado.
Si se asiste a la ruptura de estas resistencias todo apuntaría a que estaríamos delante de la reanudación de la tendencia alcista que tuvo su inicio en los mínimos de octubre de 2008, lo que extrapolado a la renta variable occidental serían los mínimos de marzo de 2009. En ese caso se despejarían muchas de las dudas que podemos tener acerca de la sostenibilidad de una ruptura de resistencias en Occidente, lo cual nos permitiría aumentar la exposición de nuestras carteras a la renta variable hasta niveles que hace muchos meses no tenemos. Sin embargo, cotizaciones por debajo de resistencias invitan a la prudencia y a tener una exposición a la renta variable más moderada.