
Se acumulan los problemas para Research in Motion, la compañía canadiense conocida por ser el fabricante de Blackberry. Después de que Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí anunciasen la inminente prohibición en sus territorios del uso del conocido dispositivo por motivos de seguridad, ahora el Líbano también se está planteando tomar medidas en la misma dirección. ¿La consecuencia? Castigo en bolsa para la compañía y recortes en su valoración.
La decisión de estos países árabes se ha traducido en términos bursátiles en un fuerte castigo a la compañía, que acumula una caída en torno al 10 por ciento desde el 30 de julio. La rentabilidad anual de Research In Motion, en números rojos, se sitúa en torno al 25 por ciento; este dato la convierte en la 15ª peor compañía del Nasdaq, su índice de referencia, que en el año sube un 2,36 por ciento.
El hecho de que la compañía anunciase ayer el lanzamiento de un modelo más avanzado de Blackberry (y una apuesta de negocio más agresiva, para competir contra Apple), no ha impedido que las decisiones presentes y futuras de estos tres países árabes hayan tenido más peso para la media de analistas recogida por FactSet. Ayer, el consenso de mercado recortó en un dólar su precio objetivo, hasta los 84 dólares.
Además, no se pueden descartar recortes futuros en la valoración: actualmente la tecnológica no cuenta con revisiones alcistas sobre su valoración, mientras que el 56,41 por ciento de los analistas que la siguen en los últimos dos meses y medio lo han rebajado. Esta nueva valoración da a la compañía de telecomunicaciones un potencial alcista del 57,33 por ciento a doce meses. Por el momento, los expertos aconsejan no entrar todavía en el valor, que cuenta con una recomendación de mantener.
No obstante, a pesar de estos datos, las estimaciones actuales de los analistas apuntan a que Research In Motion, con una capitalización de 29.418,91 millones de dólares, podría cerrar el año con cifras muy jugosas. Siempre según los cálculos del consenso, el fabricante de Blackberry obtendría unos beneficios netos en torno a los 3.000 millones de dólares al finalizar 2010, con unos ingresos extra de 3.267 millones de euros.