
El mercado sigue mirando a España con desconfianza. La prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a diez años respecto al bund alemán se disparó hasta los 209 puntos básicos y volvió a superar la barrera de los 200.Sin embargo, esto no fue lo único: el seguro contra impago, el CDS, volvió a subir hasta los 246 puntos básicos, con lo que cotiza en línea de otros países que son bonos basura.
El mejor ejemplo se puede ver con el CDS de Vietman, ya que este país es considerado por las tres agencias de calificación como no grado de inversión, es decir, bono basura o angel caído. Su CDS se cotiza en los 249 puntos, en línea con el español.
Un caso similar se puede ver con Kazajstán. Este país está a un paso de ser grado especulativo y su CDS se encuentra en los 231 puntos, 15 por debajo del español.
También el CDS de nuestro país cotiza por encima del ruso -a mayor precio mayor riesgo se tiene una nación- y eso que el país caucásico es considerado Baa1 por Moody's y BBB por S&P, a sólo tres y dos pasos del bono basura. El seguro contra impago de esta región se encontraba ayer en los 198 puntos básicos.
Los expertos aseguran que sobre España pesan dos problemas que hay que solucionar: confianza y solvencia. El mercado ha temido en los últimos meses sobre la capacidad del Reino de España para refinanciar su alto endeudamiento. Y aunque ha conseguido hacerlo, es verdad que el mercado le está exigiendo más interés.
"La publicación en julio de las pruebas de esfuerzo o stress test a los bancos europeos provocará un desplazamiento de las dudas desde los bancos de los mal denominados estados periféricos europeos hacia el norte", dice Bankinter. Esta firma considera que la publicación de los resultados de estas pruebas permitirá un mejor reposicionamiento en términos de confianza de los bancos españoles.
El bono tampoco descansa
La deuda española a diez años ofrecía una rentabilidad del 4,64%, mientras que el bono alemán a diez años rendía un 2,55%. En plazos más cortos, los bonos españoles a tres años ofrecían un rendimiento del 3,19%, frente al 0,85% de sus homólogos germanos.
El diferencial de los bonos españoles a diez años con los bonos alemanes vuelve así con estos datos a niveles que ya marcó la semana pasada y se acerca a los máximos históricos, superiores a los 220 puntos que registró a mediados del mes de junio.