¡Qué no falle la economía! Mañana, 7 de mayo, se conoce el dato de desempleo de EEUU del mes de abril. El anterior, publicado en el mes de marzo sirvió de excusa para que la bolsa se fortaleciera. Y los bajistas parece que así lo anticipan. Las posiciones cortas se han reducido significativamente en los sectores relacionados con el consumo norteamericano.
Nada menos que un 82 por ciento del free float de las compañías de consumo básico estaba invertido a la baja antes de que Estados Unidos demostrase con datos que la recuperación económica empieza a ser una realidad. Ahora, esa presión ha disminuido hasta suponer sólo un 1,7 por ciento del capital libre en bolsa de las compañías del sector, es decir, que ha pasado de ser el que más posiciones cortas acumulaba, a colocarse en tercer lugar, tras el de Sanidad, y el de materias primas, los que más preocupan en la actualidad.
Según las encuestas publicadas por Bloomberg, la tasa de desempleo podría haberse mantenido en abril en el 9,7 por ciento por cuarto mes consecutivo y hasta los bajistas confían en ello. Pero aunque el dato de PIB -producto interior bruto- en Estados Unidos haya mostrado un crecimiento del 3,3 por ciento en el primer trimestre del año, todavía existen rincones tomados por los inversores que pronostican malos augurios en algunas compañías de consumo, eso sí, si a finales del mes de marzo las más dudosas eran las empresas de ventas al por menor, mientras que las más presionadas a la baja ahora son las relacionadas con la alimentación (Burger King, por ejemplo, tiene un 7,4 por ciento de su capital en posiciones cortas, y Starbucks también se sitúa entre las más dudosas) y las relacionadas con la cosmética: Estée Lauder, Shiseido, Elisabeth Arden e incluso la parte de la francesa L'Oreal que cotiza en el mercado estadounidense han sido atacadas por los bajistas.
Lo más tocado, la salud y materias primas
Justo tras el anuncio de que la reforma sanitaria en EEUU era ya una realidad, las compañías relacionadas con la salud sufrieron un aluvión de inversores que decidieron posicionarse cortos en el sector, hasta suponer un 66 por ciento de su free float total. Ahora, aunque esa cifra astronómica ha sido reducida, la salud se ha convertido en el sector con más presiones bajistas. Y dentro de ellas, son las compañías de servicios y tecnologías sanitarias los que más desconfianza generan, frente a las farmacéuticas.
La tensión bajista en el sector financiero también se ha relajado en los últimos meses. Aquel 9 por ciento del free float de la banca estadounidense que estaba invertido a la baja poco tiene que ver con el reducido 1,9 por ciento que presenta en la actualidad. Y, para muestra, un botón: dentro del Dow Jones, la entidad que más posiciones cortas presenta, Bank of America, cuenta sólo con menos de un 1 por ciento de su capital en manos de los bajistas: 12 compañías del índice tienen un porcentaje superior.