En la inversión, como en la vida, uno suele barrer para casa. Así, los expertos en renta fija defenderán el atractivo de los bonos, mientras que los analistas de bolsa señalarán los títulos más interesantes. Por eso, nada mejor que un experto en mercados globales para hacernos una idea de donde estamos y hacia donde vamos. Hablamos con David Shairp, vicepresidente de JP Morgan, de la crisis y las oportunidades de futuro. Stephen Green, presidente de HSBC: "Habrá más crisis financieras, sería ingenuo creer que todo está arreglado".
¿En qué momento de la crisis estamos ahora? ¿Hemos dejado lo peor atrás?
Sí, creo que hemos dejado lo peor atrás. La prueba está en la actividad de los mercados de crédito, en los diferenciales (spreads) de los tipos interbancarios, es decir, de los intereses que cobran los bancos por prestarse dinero unos a otros, y también en los tipos de interés oficiales. Los CDS han vuelto a la normalidad. Los problemas de liquidez han terminado.
Sin embargo, ahora estamos en otro estadio de la crisis, en el que los bancos tienen que reconstruir su capital y sus beneficios. Si te fijas en el importe de pérdidas que los bancos han tenido que asumir o provisionar, se ve que faltan ampliaciones de capital por hacer. Además, a largo plazo sigue habiendo problemas en la economía mundial. Hay un gran problema de presupuesto público, de deuda de los gobiernos, lo que garantiza que en los próximos 5 o 10 años va a haber dificultades.
¿Qué banco central cree que va a ser el primero en subir los tipos de interés, el BCE o la Reserva Federal?
Quizá es demasiado pronto para comenzar a hablar de subidas de tipos de interés, ya que creo que van a permanecer al nivel actual durante bastante tiempo. Pero si tuviera que hacer quinielas sobre quién va a ser el primero en subir los tipos de interes, diría que el BCE. El motivo es porque esta institución tiende a estar más preocupada por la inflación, y esta sin duda repuntará a principios de 2010.
¿Es pronto para retirar las medidas de estímulo económico que han implementado las principales economías?
Estamos empezando a ver que algunos miembros de los consejos de los principales bancos centrales comienzan a preocuparse por la fuerte apreciación que han vivido algunas clases de activos. Que suban los precios en los mercados es algo natural dentro del proceso de recuperación económica, pero que ya haya cabezas visibles dentro de las instituciones preocupadas por este hecho nos señala que estamos entrando quizá en la última fase de las medidas de alivio. No creo que sea momento de eliminar los estímulos, pero sí va siendo hora de que dejen de ser un cheque en blanco. Es decir, que va siendo hora de que se acote una franja temporal en la que estas medidas van a estar vigentes, un final, que probablemente se feche para algún momento del año que viene.
Muchos piensan que el rally que viven los mercados mundiales desde el pasado marzo está llegando a su fin. ¿Cree que es así o aún hay potencial?
Aún hay potencial. Es cierto que hemos visto una subida sustancial desde marzo, lo que hace que el mercado se vea sobrecalentado, pero todavía hay razones que justifican una subida mayor de las acciones y que veremos un cuarto trimestre fuerte la renta variable. Sin embargo, de lo que no estamos totalmente convencidos es de que esto se vaya a convertir en un mercado alcista a más largo plazo. Por eso, lo estamos analizando como si fuera una recuperación especialmente fuerte después de un mercado bajista.
¿Hasta dónde podría llegar esa recuperación?
En marzo, cuando se inició la recuperación, elaboramos un estudio en el que analizamos el comportamiento de los principales mercados de renta variable en el año posterior a diferentes crisis bancarias. Y nos dimos cuenta que, de media, en el ejercicio posterior a una gran crisis, las bolsas experimentaron subidas que llegaron a alcanzar el 80%. Así que sí, creo que hay potencial para continuar con la subida.
¿Escoge sus inversiones preferenciando algunos países o sectores o por el contrario se centra en el análisis individual de compañías?
Nuestra estrategia es eminentemente top down, es decir, que tendemos a construir nuestras carteras fijándonos en países concretos, no tanto en sectores o valores sueltos. Ahora mismo, preferimos por ejemplo bonos a cash. Sobreponderamos Asia y los emergentes, aunque ahora con más cautela porque ya no resultan tan atractivos. Y aunque evitamos Europa en conjunto, nos gustan algunos países como Reino Unido, Francia o España.
¿Qué atractivos ven en España para sobreponderarla en cartera?
Bueno, gran parte de nuestra construcción de carteras se apoya en el análisis cuantitativo. Y España figura como uno de los países más atractivos en precio, en términos de valor relativo, aunque los beneficios empresariales no tengan momentum. Si nos fijamos en las salidas de dinero de los inversores, España figura como un mercado que quizá ha sido castigado en exceso.
En la construcción de su cartera, los emergentes ocupan un lugar importante. ¿Cuál cree que va a ser el rol de estas economías en el futuro?
No me cabe duda de que los emergentes y sobre todo la región de Asia, van a tener un papel muy importante. China cada vez va a ser un jugador cada vez más grande e importante en la economía mundial, como ya lo es en el mercado de las materias primas. Es un gran comprador de materiales básicos, de crudo y también de deuda estadounidense, y ese creciente poder se nota cada vez más en sus mercados de renta variable. Sin embargo, no hay que olvidar que China tiene también sus propios problemas.
¿De qué tipo?
Por ejemplo, queda por demostrar si su mercado laboral va a ser capaz de absorber la gran cantidad de población que se traslada de áreas rurales a los principales núcleos urbanos. Por no mencionar que el país tiene un problema de envejecimiento de la población muy grave, como consecuencia de todos los años de política de un sólo hijo. Además, su modelo de crecimiento requiere mucha energía, muchas materias primas.
Sus fondos favorecen la renta fija antes que el cash. Algunos analistas opinan que los precios de los bonos corporativos apuntan que quizá se está formando una burbuja en este mercado...
No lo creo, aunque entiendo la naturaleza de esta preocupación. El mercado de deuda aún tiene atractivo, aunque es cierto que las oportunidades realmente interesantes han disminuido. Sobreponderamos la renta fija, pero en una cartera formada por varios activos escogemos antes productos como los convertibles o la deuda de alta rentabilidad (high yield).
¿Los bonos high yield no son un activo que entraña demasiados riesgos en un momento como el actual, con las incertidumbres que rodean a tantas empresas?
Hace unos meses, los diferenciales de crédito (spreads) de los títulos de alta rentabilidad descontaban un escenario económico como el de la década de los 30. Ahora el escenario es mucho mejor, pero aún así consideramos que se pueden encontrar buenas oportunidades. Eso sí, comparativamente la ecuación riesgo/recompensa a día de hoy es más interesante en renta variable que en estos títulos.