
Si ayer les presentábamos los argumentos de los bajistas para sostener que en septiembre va a frenarse el rally, hoy les llega el turno a los grandes ganadores del verano: los alcistas. El consenso es demasiado bajista, según Jim Cramer, y la tendencia es la tendencia.
Ayer les contábamos que las principales razones para la esperanza de los bajistas -o de los miles de inversores que se han perdido la subida y están deseando una fuerte corrección para entrar- son el exceso de confianza y de optimismo, el impacto que tendrá en la economía la inevitable retirada de los enormes estímulos fiscales y monetarios, y la necesidad de purgar unos excesos (endeudamiento, sobre todo) mucho mayores de los que se han corregido hasta ahora.
Los alcistas no tienen un argumentario tan elaborado, entre otras cosas porque su abanderado es Jim Cramer, el histriónico gurú de Wall Street capaz de vestirse de torero para recomendar Santander. Cramer es el 'siemprealcista' por definición, lo que le hace poco fiable en general... menos en las tendencias alcistas, porque entonces es el mejor guía para ganar dinero. Y no hay que olvidar en qué tipo de tendencia nos encontramos desde marzo.
Cramer es el polo opuesto de Doug Kass, el bajista impenitente, por eso se ha dedicado a escribir un artículo de respuesta a aquel en que su archienemigo desgranaba sus tesis bajistas para septiembre. El principal argumento de Cramer se basa curiosamente en la opinión contraria: a su juicio, la idea de que en septiembre el mercado va a caer es la del consenso del mercado; y como nunca ocurre lo que espera la mayoría de la gente, esta vez tampoco va a ocurrir.
"Todo el mundo dice que hay que vender en septiembre, y por eso no hay que hacerlo. A pesar de que sólo tres de los últimos 17 septiembres han sido alcistas y de que llevamos una gran subida acumulada. Hay demasiada gente en el campo bajista, y por eso cualquier corrección será moderada", opina este analista.
Ahora bien, Cramer tampoco vive en una nube y es consciente de que hay valores y sectores que han subido en exceso y deben corregir. Entre los más vulnerables, señala a los cíclicos puros con exposición a China, la tecnología que no tiene que ver con Internet móvil y los centros comerciales, que descuentan no ya una buena, sino una fantástica vuelta al cole. Tampoco se fía de las inmobiliarias salvo Toll Brothers, ni de unas petroleras que se basan en una escalada del crudo poco fiable, ni de los bancos, donde prefiere esperar a que se descubra todo lo que tienen en balance. En el otro extremo, recomienda salud, alimentación o gas natural.
La tendencia es la tendencia
Técnicamente, también hay razones para mantener la fe en que las subidas van a continuar. Ayer les contábamos que Rev Shark subrayaba elementos bajistas como la subida excesiva sin consolidación, la incapacidad para seguir subiendo pese a las buenas noticias y la excesiva especulación en los chicharros. Pero este gestor de 'hedge funds' también opina que hay dos grandes factores alcistas.
Por un lado, la extrema fortaleza de la tendencia alcista -demostrada por enésima vez ayer con la octava subida consecutiva del Dow Jones-. "Y las tendencias casi siempre duran más de lo que se piensa que durarán; desde luego, así ha sido con la actual", añade Shark. La segunda razón es que el dinero siempre ha aparecido en los recortes, y esta táctica siempre ha salido bien hasta ahora.
"Normalmente, los que compran en los recortes tienen que fallar unas cuantas veces para que se vuelvan menos agresivos. Este mercado ha recompensado de forma consistente a los que compran en la debilidad, y la confianza en que eso va a continuar sostendrá al mercado", sentencia.
La conclusión del balance entre los argumentos positivos y negativos que hace Shark es que "en algún momento veremos una severa corrección, pero el mercado no se hundirá y será muy terco en el rebote. De hecho, ha sido mucho más terco de lo que pensaba que sería. Pero yo no sería salvajemente negativo hasta que no haya una confirmación bajista de los precios". Porque, al final, nada más que el precio importa, por muchos otros factores que se consideren para estimar hacia dónde va el mercado.