
El gran debate de estos días en los medios norteamericanos es si la subida va a continuar o no en septiembre, cuando vuelvan los inversores profesionales y el volumen de negocio. Hasta el propio mercado parece haberse agarrotado por esta incertidumbre, y lleva tres días parado esta semana.
¿Cuál es la opción más probable? Como siempre, hay argumentos para todo, y en Bolságora le vamos a presentar los principales para los dos bandos: hoy los de los bajistas y mañana, los de los alcistas.
El mejor ejemplo de los bajistas nos lo da uno de los tradicionales líderes de los 'osos', Doug Kass, aunque no hay que olvidar que se volvió muy alcista en marzo y, obviamente, lo ha clavado. Ahora, sin embargo, ha vuelto a su 'querencia' tradicional y piensa que la escalada del mercado ha tocado techo.
A su juicio, en marzo había signos de una recuperación económica en EEUU, había indicios de mejora en China, las ventas minoristas se habían estabilizado, la relación entre precio de la vivienda y salarios estaba en mínimos de varias décadas, el ratio entre compra y alquiler de casas en niveles del año 2000, las valoraciones estaban exageradamente bajas y el sentimiento era negativo hasta el extremo. Aun así, todo el mundo ignoró esos factores y el S&P 500 cayó por debajo de 700 puntos.
"Para la mayoría de los inversores, el miedo a estar fuera era eclipsado por el miedo a estar dentro. Pese a los factores que apuntaban a una situación menos mala, los alcistas eran muy escasos o inexistentes", recuerda.
Ahora, los inversores se encuentran en el polo opuesto de entonces, en medio del optimismo económico, la mejora de las valoraciones y el sentimiento positivo. "Para la mayoría de los inversores, el miedo a estar dentro ha sido eclipsado por el miedo a estar fuera. Los bajistas son escasos o no existen a la vista de las continuas alzas de precios", señala.
Como si se estuviera proyectando la película al revés, el movimiento alcista es persistente, las correcciones son mínimas, la liquidez en los fondos de inversión ha sido invertida y los hedge funds mantienen las mayores posiciones alcistas netas en muchos meses. "Dicho simplemente, en la actual tendencia alcista reinan la complacencia, el optimismo y un entusiasmo contagioso". Y el debate económico ha dejado de ser si EEUU está entrando en la Segunda Gran Depresión, ya que ahora la cuestión es si la recuperación es sostenible.
¿Los beneficios serán suficientes?
Kass sostiene que la principal cuestión es si el ciclo de beneficios empresariales -el principal detonante del último tramo alcista de este verano- dominará el escenario de los mercados y hará que los inversores miren más allá de los desafíos que afrontará la economía cuando los estímulos públicos se retiren y lleguen las consecuencias de esta masiva intervención estatal: subidas de tipos y de impuestos.
Muchos han aceptado que, debido a la necesidad de reponer unos inventarios históricamente bajos, los estímulos extraordinarios, y los draconianos recortes de costes, el ciclo de beneficio es tan fuerte que anulará las consecuencias negativas de estas políticas. Y otros muchos piensan que podrán salirse del mercado antes de que se acabe la fiesta y llegue la resaca.
Kass recuerda que, cuando hizo su recomendación alcista en marzo, añadió que tras el tirón inicial esperaba un período de varios años de débiles rentabilidades para los inversores. Y el fin de la alegría actual llegará en otoño, en cuanto quede claro que una recuperación económica autosostenible es muy improbable. "Una década de apalancamiento a ratios de 35 a 1 en todos los niveles públicos y privados no se puede solucionar en sólo 12 meses", argumenta. Como otros muchos analistas -ayer hablábamos de Irwin Kellner-, su escenario principal es un doble suelo de la economía, es decir, una recuperación en forma de 'W'.
Desde el punto de vista técnico, el gestor de hedge funds Rev Shark señala en RealMoney.com subraya tres importante elementos negativos para la continuidad alcista: la subida ha ido más allá de lo razonable y no hemos tenido una consolidación significativa desde principios de julio; en los últimos dos días hemos visto cierres débiles y escasas ganancias pese a las noticias positivas; y hay una fuerte especulación en los valores 'basura' y aquellos de precio bajo, lo que indica "una cierta desesperación de los inversores que buscan una exposición alcista como sea".
Mañana, los argumentos alcistas.