
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado el proyecto de ley fiscal estrella de Donald Trump. Su futura aprobación puede entregar al magnate su primera gran victoria legislativa, porque si no consigue aprobarla, las bajadas de impuestos impulsadas en su primer mandato y hoy vigentes, quedarían automáticamente derogadas con el cambio de año. La situación se complica porque la ley de más de 1.000 páginas incluye un considerable aumento de deuda federal. El mercado lleva desde hace semanas dando serios toques de atención a la Casa Blanca llevando a los bonos por encima del 5%.
¿Qué incluye el proyecto?
La legislación de más de mil páginas, a la que Trump ha llamado la "gran y bella ley", amplía muchas de las rebajas fiscales de 2017 aprobadas durante su primer mandato, que expiran a finales de este año. Incluye recortes al impuesto sobre la renta individual (una especie de IRPF), aumento de deducciones fiscales por hijos, y eliminación de impuestos sobre propinas y horas extra, promesas que fueron clave en su campaña electoral.
Otras medidas incluyen un aumento de las exenciones fiscales por herencias y donaciones, una amplia gama de beneficios fiscales para empresas y más de 50.000 millones de dólares para reforzar la seguridad fronteriza, incluyendo la construcción del muro con México que Trump ha prometido completar.
Los republicanos redujeron el coste del proyecto recortando casi 800.000 millones de dólares de Medicaid, el programa de salud para personas de bajos ingresos, y cientos de miles de millones más en cupones de alimentos y créditos fiscales para energía limpia. También aumentarían los impuestos sobre ingresos de inversión de universidades y fundaciones privadas, recaudando más de 22.000 millones de dólares, según el Comité Conjunto de Tributación.
¿Qué sucede después de su aprobación en la Cámara de los Representantes?
Una vez aprobado por la Cámara, el proyecto pasa al Senado, controlado por los republicanos. En la cámara alta hay 100 senadores y al menos 50 de los 53 republicanos deberán apoyarlo para que Trump pueda promulgarlo.
Si el Senado introduce cambios, el texto deberá volver a la Cámara para otra votación. Dado que se espera que los demócratas lo rechacen en bloque, su destino dependerá de si el líder de la mayoría republicana, John Thune, logra un compromiso entre legisladores moderados como Susan Collins y duros opositores al gasto público como Mike Lee y Rand Paul. Como en la Cámara, Trump ejercerá una fuerte presión sobre su partido para que respalde la legislación.
¿Cómo afectará a las finanzas públicas de EEUU?
Análisis de organismos independientes como el Comité para un Presupuesto Responsable y la Wharton School de la Universidad de Pensilvania concluyen que el proyecto sumará 3,3 billones de dólares a la deuda de EEUU en los próximos 10 años.
Esto haría que la deuda pública respecto al PIB del país pase del 98% al 125% en ese periodo —muy por encima del récord alcanzado tras la Segunda Guerra Mundial. El equipo de Trump asegura que la ley, junto con políticas de crecimiento como rebajas fiscales y desregulación, reducirá a la mitad el déficit fiscal (actualmente en 6,4% del PIB) hasta el 3% al final de su mandato.
El Consejo de Asesores Económicos del presidente afirma que la ley impulsará el crecimiento económico real hasta un 5,2 % en cuatro años, creará o salvará hasta 7,4 millones de empleos e incrementará la inversión hasta un 14,5 %.
¿Qué significará para Trump?
La aprobación de la ley es crucial para la agenda del segundo mandato de Trump y la presentará como una gran victoria política, le llega justo en un momento complicado para su imagen pública. Las encuestas de opinión suspenden al presidente de EEUU.
Si el Congreso no la aprueba, los impuestos aumentarán automáticamente el próximo año, afectando a hogares y empresas en pleno año electoral. Sin embargo, la ley también podría volverse en su contra. Los ataques demócratas contra los recortes fiscales de 2017 le costaron a Trump el control de la Cámara en las elecciones de mitad de mandato de 2018. Además, la ley está complicando la vida del bono americano en los mercados. Desde la semana pasada, los intereses de la deuda estadounidense están creciendo, superando o acercándose a la zona de peligro del 5%.