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La llama bajista del dólar calienta la escalada de la bolsa, el crudo y el oro

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Desde comienzos de marzo, el 'billete verde' acumula un retroceso del 12,5% frente al euro......mientras el Ibex 35 ha subido un 37%, el petróleo ha remontado un 33% y el oro ha sumado un 6%

Los números rojos están destiñendo al billete verde. Los inversores le han dado la espalda al dólar estadounidense en las últimas semanas, una tendencia que ha venido acompañada de otra, consistente en la subida de las bolsas, el petróleo y el oro. ¿Casualidad? No. Causalidad, puesto que la llama bajista de la moneda norteamericana es la que calienta la racha alcista del resto de los activos.

Los datos así lo confirman. Desde comienzos de marzo, el dólar se ha depreciado un 12,5% contra el euro, desde los 1,245 hasta los 1,40 dólares, un movimiento descendente que contrasta con las fuertes subidas vistas en otros productos. En este mismo periodo el índice bursátil Ibex 35 (IBEX.MC) ha remontado un 37%; el barril Brent, de referencia en Europa, un 33%, de los 45 a los 60 dólares; y la onza de oro al contado, un 6 por ciento, de los 906 a los 960 dólares.

Termómetro del riesgo

Esta conexión entre el billete verde y el resto de los activos se constata, además, porque ahora se está viendo una secuencia inversa a la observada previamente. Entre mediados de julio y los niveles de comienzos de marzo, el dólar se revalorizó un 22,5% contra el euro, en tanto que el Ibex, el Brent y el oro cedieron un 39%, un 69,5% y un 3,6%, respectivamente.

Entre uno y otro momento hay una diferencia clave: el apetito por el riesgo. "El movimiento bajista del dólar está vinculado al repunte general y misterioso de la demanda de riesgo", subrayan los expertos de Saxo Bank. En efecto, el dólar ha sobresalido como el refugio en el que se han cobijado los inversores en las fases de mayor nerviosismo. Por el contrario, la aparición de los brotes verdes y la creencia de que lo peor de la crisis financiera ha pasado han provocado la recaída del dólar y el retorno del dinero a los activos más arriesgados, con la bolsa y el petróleo a la cabeza.

Tras este cambio de escenario figuran, precisamente, las históricas medidas de la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, para superar la recesión. En primer lugar, los bajos tipos de interés, situados entre el 0 y el 0,25% desde diciembre, han conferido al billete verde un "nuevo papel como divisa de financiación", reconocen los expertos de Banif.

Es decir, al igual que le ocurrió al yen japonés entre 2003 y 2007, el dólar ha pasado a ser usado como una divisa en la que lograr dinero barato que después es invertido en otros mercados con unos tipos más altos, una táctica conocida como carry trade y que causa la caída de la divisa que sirve como financiadora. En segundo lugar, la decisión de la Fed de comprar deuda hipotecaria y pública introducirá en la economía 1,75 billones de dólares que antes no existían, con el consiguiente efecto bajista sobre la moneda.

Bajo presión

Pero hay más. El dólar también se ha visto envuelto en un ambiente de sospechas. La primera proviene igualmente de la Fed y la posibilidad de que amplíe su plan de adquisición de deuda pública, que por ahora asciende a 300.000 millones de dólares. Este aumento buscaría frenar el repunte de los rendimientos, que desde que se anunciaron las compras han pasado del 2,53 al 3,45% en el caso de los bonos a diez años, y penalizaría al billete verde porque incrementaría los dólares en circulación.

Adicionalmente, Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Securities, menciona el riesgo de que el Tesoro norteamericano tenga problemas a la hora de emitir deuda esta semana, en la que tiene previsto colocar 162.000 millones en distintos títulos, así como la posibilidad de que haya bancos centrales que estén aprovechando el programa de compras de la Fed para vender los bonos estadounidenses que tienen en sus reservas.

Para rematar la faena, Bill Gross, el gurú de deuda pública de la gestora Pimco, ha advertido abiertamente del riesgo de que Estados Unidos pierda la máxima calificación crediticia -AAA- de la que goza ahora. "La lectura que ha hecho el mercado de que el rating de EEUU también pueda ponerse en perspectiva negativa ha penalizado a la divisa americana", agregan desde Banif. Estos ingredientes mantienen al dólar bajo presión. "Hay que vigilar el nivel de los 1,407 dólares, aunque parece claro que su objetivo a corto plazo puede estar en los 1,425", apunta José Luis Martínez, estratega de Citi en España.

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