Transcurridos meses en los que la palabra más escuchada ha sido "crisis", en el peor de los sentidos , la percepción actual ha cambiado, en la medida que parece que ya se ha tocado suelo y que lo peor ha pasado. Sin embargo, parece que tampoco la economía va a remontar por ahora, por lo que se abre un compás de espera.
La normalización del mercado interbancario y la disminución de la volatilidad, respaldan esta impresión, que se ha reflejado en las bajadas de diferenciales en las emisiones de renta fija. Los inversores empiezan a vender sus posiciones con menos riesgo para acudir a los mercados de capitales y comprar activos menos conservadores. Esto se traduce en una fuerte actividad en el primario y por tanto, en fuertes prorrateos en estas emisiones. Si hace meses esta situación sólo ocurría en los primarios de determinados sectores y en emisores de alta calidad, hoy se produce en todos los sectores y nombres, exceptuando en el mercado de bonos basura.
Por tanto, se hace todavía más recomendable comprar crédito con investment grade, porque los tipos se mantendrán durante un largo periodo en el entorno del 1 por ciento; por el aumento del plazo de las subastas hasta un año, y por la normalización de los mercados primarios.
Por sectores, siguen siendo atractivos telecomunicaciones y eléctricas. En el primero destacan France Telecom, Telefónica y Vodafone, y en el segundo E.On, Iberdrola, Gaz de France y EdP. En cuanto al sector financiero, se ha visto en los últimos meses que, al ser el motor de la economía y por el hecho de que los gobiernos están intentando salvar sus bancos, no conviene mantenerse aparte , aunque siendo muy seletivos. Pese a todo, hay que ser conscientes del rally de la deuda subordinada, apoyado en la mencionada defensa de los bancos, en sus bajos precios y en las recompras realizadas por algunas entidades.
Por último, de momento hay que seguir fuera del sector automovilístico, aunque recibirá ayudas estatales que aportarán valor.
