Con el permiso del referéndum de Escocia, la primera megasubasta de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) a la banca será una de las claves de la jornada de hoy. La entidad pondrá hasta 400.000 millones de euros a disposición del sistema financiero de la eurozona.
Será la primera ronda de inyección de liquidez, condicionada a la concesión de créditos, que realizará la institución bajo su programa TLTRO. Los bancos podrán demandar todo este montante, repartido como quieran, entre la subasta de hoy y la del 11 diciembre. Esta es la gran incertidumbre del mercado: conocer qué montante solicitarán a la nueva ventanilla de liquidez del BCE. Fráncfort publicará los datos de las peticiones a las 11:45 horas, pero algunas entidades como Bankia o Popular ya las hicieron públicas ayer.
Los analistas creen que la banca no demandará todo el dinero que ha dispuesto la institución, es más, creen que las peticiones se quedarán muy lejos. En una encuesta a casas de análisis realizada por Bloomberg, estiman que la primera megasubasta se saldará con 150.000 millones y la segunda con 160.000 millones. Una situación que refleja, hasta cierto punto, que la liquidez no es el problema de la banca para no conceder créditos a la economía real. La ausencia de demanda solvente, la necesidad de muchas entidades de reducir su cartera de préstamos y las exigencias de capital de la normativa de Basilea III son algunas de las razones por las que el dinero no acaba de fluir hasta la economía real. Los expertos opinan que la banca debería aprovechar estas subastas para conseguir liquidez con un interés muy reducido. "Creo que la banca debería solicitar el cien por cien del montante", explica Enrique Pérez-Hernández, profesor del IEB, "ya que reducirá sus costes de fondeo".
El tipo del BCE será del 0,15 por ciento y los préstamos serán a cuatro años (si cumplen la condición de que concedan nuevos créditos).
