
El Gobierno de EEUU corre el riesgo de no cumplir la fecha tope para deshacerse de toda su inversión en Citigroup a fin de año, por culpa de la caída del volumen de negocio en la bolsa, que ha provocado una ralentización de sus ventas en julio y agosto.
Esta situación puede forzar al Tesoro, que posee el 17% de Citi, a realizar una opv de estas acciones en vez de venderlas en pequeñas cantidades en el mercado como había hecho hasta ahora. "La única opción para el Tesoro si quiere salirse completamente de Citi antes de fin de año parece llevar a cabo una gran oferta pública de acciones", opina Linus Wilson, profesor de la Universidad de Louisiana.
Como es lógico, el Gobierno pretende vender su posición en paquetes que supongan un pequeño porcentaje del volumen total de negocio de las acciones del banco para evitar hundir su cotización. Pero, a finales de agosto, había vendido menos de la mitad de los 7.700 millones de acciones que poseía en Citi, con una fuerte caída en la cifra media de acciones vendidas cada día, según informa el Financial Times.
Además, el Tesoro sólo tiene hasta el jueves para vender otros 1.500 millones de acciones antes de entrar en el período de blackout (en el que no puede operar) que se abre a la espera de que Citi publique sus resultados del tercer trimestre.
Incumplir la fecha tope de diciembre no tendría un gran impacto financiero en el Tesoro, que ya ha obtenido un beneficio de más de 2.000 millones de dólares con su inversión en Citi. Pero el retraso sería emblemático de las dificultades que afrontan las autoridades para salir del lío en que se han metido con la ayuda de emergencia prestada a la banca para evitar su quiebra durante la crisis.
Dos años después de que Washington inyectara miles de millones de dólares a los bancos, aseguradoras y fabricantes de coches a través del programa TARP, Citi y AIG se mantienen como las mayores empresas que tienen que devolver el dinero a los contribuyentes.
Además, la presencia del Estado complica los esfuerzos de Citi para convencer a los inversores de que ha dejado atrás los problemas de su pasado.
La cotización del banco que preside Vickram Pandit acumulan una subida del 18% este año, pero su volumen de negocio se ha desplomado, junto al del conjunto del mercado, este verano.
Al cierre de agosto, el Tesoro había vendido 3.500 de los 7.700 millones de acciones que recibió el año pasado cuando convirtió unas preferentes valoradas en 25.000 millones, lo que le ha reportado un beneficio de 2.600 millones según el profesor Wilson. Estas acciones forman parte del rescate de 45.000 millones recibido por Citi en lo peor de la crisis financiera de 2008.
La venta del último tramo comenzó el 23 de julio, cuando el Tesoro dijo que había dado orden a Morgan Stanley de vender 1.500 millones de acciones en mercado. Sin embargo, al cierre de agosto sólo había vendido 900 millones. La media de acciones diarias vendidas en el período fue de 33,5 millones, frente al máximo de 66 millones alcanzado en abril y mayo.