
En la Cuenca Pérmica se produce alrededor del 30% de EEUU, con más 3,2 millones de barriles por día. La progresión del bombeo de oro negro ha sido espectacular en los últimos años, quizá demasiado espectacular. El rápido desarrollo de este yacimiento ha impedido que se construyan las infraestructuras necesarias para transportar el petróleo a puertos y refinerías a un precio competitivo. Ahora, varias empresas piensan suspender su producción durante un tiempo, lo que podría permitir que la OPEP aumente la producción sin que se produzca un gran cambio en los precios del crudo.
La agencia financiera Bloomberg publica que se tendrán que cerrar varios pozos dentro de cuatro meses porque no hay suficientes oleoductos para llevar el petróleo a los clientes, que no son otros que las refinerías. Este boom del petróleo en la zona ha sido rápido y disruptivo, cambiando la forma de vida de miles de personas.
Scott Sheffield, director de Pioneer Natural Resources, ha asegurado a Bloomberg que "se alcanzará la capacidad máxima en los tres o cuatro próximos meses... algunas empresas tendrán que detener su producción, otras tendrán que ir a buscarla a otro lado y otras podrán seguir operando porque tienen sus propias firmas de transporte".
La capacidad instalada en Pérmica permite producir 3,6 millones de barriles por día y llegará a su límite en tres o cuatro meses
Estos cuellos de botella serán un aliado inesperado para la OPEP. Hasta dentro de varios meses, un año quizá, no se terminarán las obras para ampliar la red de oleoductos que conducen el oro negro hacia las zonas clave del país. El cártel debate si aumentar la producción, una maniobra que podría reducir el precio del petróleo en el muy corto plazo, pero cuyo efecto será mucho más ligero cuando esta región de EEUU detenga su crecimiento en el bombeo de petróleo.
En la Cuenca Pérmica no sólo supone el 30% de la producción de petróleo del país, sino que además supone la mitad del nuevo petróleo que se produce cada mes en EEUU. Este techo logístico supondrá que durante un tiempo la producción no crecerá al ritmo esperado.
La capacidad instalada hasta el momento permite transportar unos 3,6 millones de barriles al día. Ahora mismo, la producción en la zona crece a un ritmo de unos 80.000 o 100.000 barriles por mes, lo que da un margen de unos 3 o 4 meses hasta que se ponga techo a la producción en la zona.
"El mercado ha estado asumiendo que la producción seguirá una tendencia firme en EEUU, pero las restricciones de las infraestructuras muestran que este no va a ser el caso", explica Amrita Sen, analista jefe de Energy Aspects. Este experto profundiza en su análisis y comenta que "justo ahora que las interrupciones de la producción se están expandiendo, EEUU tampoco va a poder ocupar ese hueco".
Hasta que las obras no finalicen, el petróleo que se extrae de la Cuenca Pérmica será menos rentable porque habrá que transportarlo en trenes y camiones cisterna, lo que incrementa el coste de forma considerable, según la agencia de noticias estadounidense.
Las empresas productores tienen que vender el crudo a las refinerías, que exigen el precio más ajustado posible, por lo que las productoras tendrán que analizar si les compensa seguir extrayendo petróleo. Esto dependerá de los costes en los que incurra cada firma y de la productividad de cada pozo, o de si tienen una empresa de transporte o si tienen que contratarla.
Transportar por tren un barril de crudo desde la Cuenca Pérmica a la Costa del Golfo cuesta unos 8 dólares, frente a los 10 dólares por barril en el caso del transporte en camiones, según la analista de Bernstein Jean Ann Salisbury. Por cada 100.000 barriles de petróleo transportados por oleoductos se requieren unos 250 camiones que hagan dos viajes diarios de ida y vuelta a través de Texas.