
Sin duda, las materias primas han sido uno de los grandes protagonistas del año 2015 en los mercados financieros mundiales, y no precisamente por las alegrías que han dado a los inversores alcistas. El índice Bloomberg Commodity Index pondera los 34 recursos básicos más negociados del mercado y desde enero ha caído más de un 25%, el descenso más fuerte desde 2008, volviendo al entorno de los 78 puntos, un nivel no visto desde el año 1999, a sólo un 5% de los mínimos históricos marcados en febrero de ese año, en los 74,2 puntos.
En un año en el que sólo han aumentado su precio unos pocos recursos agrícolas, como el cacao o la colza, el fuerte descenso del petróleo ha sido el principal catalizador que ha llevado al índice a caer de forma brusca, además de las subidas del dólar estadounidense, que merma el atractivo de los recursos básicos para los inversores que los compran en otras divisas.
Y es que, dejando de lado el níquel -que ha perdido más de un 42% desde enero-, el crudo ha sido el recurso que peor se ha comportado en 2015, con caídas cercanas al 36% para el Brent europeo y del 31% para el West Texas estadounidense. Los dos barriles se mantienen ahora en el entorno de los 36 dólares, precios que, hasta este año, no se habían visto desde el año 2008 y 2009 respectivamente.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- ha vuelto a negarse en sus dos reuniones anuales a recortar la producción, como ya hizo en 2014 y la crisis de sobreoferta que azota al mercado de oro negro ha continuado durante todo el año, a pesar de que los productores no-OPEP ya han comenzado a reducir el ritmo de generación de petróleo: según publicó la Agencia Internacional de la Energía -IEA, por sus siglas en inglés- en su informe de noviembre, durante ese mes la oferta de los productores fuera de la Organización cayó como no lo hacía desde 1992.
A pesar de que la Agencia avisa de que hay que vigilar la llegada al mercado del petróleo de Irán, una vez se levanten las sanciones, cree que en 2016 la oferta de los productores no-OPEP se contraerá en 600.000 barriles diarios, frente al avance de 2,4 millones de barriles que ha experimentado este año.
China castiga a los metales
Al margen de los metales preciosos, como el paladio y el platino, que han caído con fuerza -ver gráfico- por el miedo a que descienda la demanda tras destaparse el escándalo Volkswagen -estos metales se usan principalmente para los catalizadores de emisiones de gases de los coches-, el níquel y el zinc lideraron las caídas -este último ha perdido casi un 27%-, seguidos por el cobre y el estaño -con pérdidas del 24%- y el aluminio -desciende un 16 por ciento desde enero-.
China está teniendo problemas para crecer al mismo ritmo de los últimos años y su demanda de metales industriales lo ha notado. En el caso del cobre, el deterioro en el consumo chino llegó a ser de casi el 30% en marzo, frente al nivel en el que había comenzado el año. Sin embargo, con el paso de los meses se recuperó, hasta cerrar el ejercicio con una caída del 4%.