
Informar sobre las políticas de Responsabilidad Corporativa (RC) ya no es una opción. Así de tajante resume el Informe Global de KPMG sobre reporte de las políticas de RC de 2017 su idea más demostrativa. Este aspecto es más una exigencia no solo regulatoria, sino que también es impuesta por los inversores, que cada vez está más asumida en el día a día empresarial en el conjunto de los sectores.
Consulte el nuevo número de la revista Buen Gobierno y RSC de elEconomista
Para llegar a estos resultados se ha analizado la información que recogen en sus informes financieros anuales un total de 4.900 compañías en 49 países del mundo -las 100 mejores de cada país- de varias regiones geográficas. España, uno de los países analizados en este reporte, se sitúa entre los líderes mundiales.
Se recogen cuatro tendencias emergentes observadas en este informe: el reconocimiento de los riesgos financieros ligados al cambio climático; la mención a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU; el reconocimiento de los Derechos Humanos como una cuestión más de negocio, y la información sobre las medidas y los objetivos propios de la empresa para la reducción de la emisión de gases contaminantes.
José Luis Blasco, responsable global de Servicios de Sostenibilidad de KPMG y ponente del informe, sostiene que "los inversores son cada vez más conscientes de que aspectos que antes se consideraban "no financieros" pueden tener un efecto sustancial en la capacidad de negocio para crear valor y protegerlo tanto a corto como a largo plazo. Por tanto, las empresas han de entender las últimas tendencias en términos de presentación de información y asegurarse de que sus propios informes están a la altura de las expectativas de una amplia gama de grupos de interés.
Riesgos financieros ligados al cambio climático
El informe refleja que sólo tres de cada diez grandes compañías mundiales ya recogen en sus informes financieros anuales los riesgos ligados al cambio climático, y una mayoría cualificada (72 por ciento) no hace ninguna alusión al respecto. De esta forma, las pocas que lo hacen sólo suponen el 4 por ciento como las únicas que facilitan a los inversores análisis sobre el posible valor en riesgo del negocio. Si ponemos la mirada en las regiones mundiales, solo en cinco países del mundo la mayoría de las 100 primeras empresas del país aluden a los riesgos financieros relativos al clima: Taiwán (88 por ciento), Francia (76 por ciento), Sudáfrica (61 por ciento), Estados Unidos (53 por ciento) y Canadá (52 por ciento). En la mayoría de estos casos, es el Gobierno estatal, el mercado de valores o el regulador financiero de los países el que determina la obligatoriedad o fomenta el desglose del riesgo vinculado al clima.
Desde el punto de vista sectorial, las empresas forestales y de papel (44 por ciento), química (43 por ciento), minería (40 por ciento) y petróleo y gas (39 por ciento) son las que más reconocen el riesgo vinculado al clima. Le siguen el camino las compañías de automoción (30 por ciento) y de suministros públicos (38 por ciento). Los sectores que son menos dados a reconocer el riesgo climático son la atención sanitaria, el transporte y ocio, y la distribución minorista. Si alzamos la mirada a las 250 empresas más grandes del mundo (G250), el reconocimiento público del riesgo financiero vinculado al clima es más habitual, aunque aún se sigue disipando de la universalidad. Las multinacionales con sede en Francia, país que cuenta con una legislación pujante en la lucha contra el cambio climático, se sitúan a la cabeza, un 90 por ciento reconoce el riesgo vinculado al clima, seguidas de las empresas en Alemania (61 por ciento) y Reino Unido (60 por ciento).
Alrededor de dos terceras partes de las empresas del G250 en los sectores de distribución minorista (67 por ciento) y petróleo y gas (65 por ciento) reconocen el riesgo, mientras que sólo un tercio, el 36 por ciento, de las grandes compañías de servicios financieros lo hacen. Pese a estas cifras, solo seis empresas del G250 han informado a los inversores sobre los posibles efectos financieros del riesgo climático a través de un ejercicio de cuantificación o de modelización de escenarios. De los objetivos claramente fijados en 2015 por Naciones Unidas (ODS), el fin de acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad mundial han calado en las empresas a nivel internacional y nacional. El 39 por ciento de las 4.900 empresas que recoge este estudio relacionan sus iniciativas de Responsabilidad Social con los ODS.El porcentaje sube al 43 por ciento en el caso del G250 y al 53 por ciento en el caso de España.
Por otro lado, el 73 por ciento de las empresas reconoce los derechos humanos como una cuestión de responsabilidad corporativa que la empresa precisa abordar. En el caso de España, el porcentaje se sitúa en el 82 por ciento, esta cifra asciende al 90 por ciento en el grupo de las 250 mayores empresas, destacando a las de India, Reino Unido y Japón; por sectores, se destaca la minería. En España, el 60 por ciento de las grandes empresas recogen sus objetivos de reducción de emisiones. Sin embargo, el porcentaje asciende al 67 por ciento en las 250 empresas más importantes del mundo, aunque la mayoría, el 69 por ciento, no los alinea con los objetivos climáticos que desarrollan los Gobiernos y las autoridades regionales, como la Unión Europea o la ONU.
Además de estos datos, sólo nueve países tienen ratios de reporting superiores al 90 por ciento: Reino Unido, Japón e India (99 por ciento), Malasia (97 por ciento), Francia y Dinamarca (94 por ciento), Sudáfrica y Estados Unidos (92 por ciento), y México (90 por ciento). España roza esta cifra y establece su ratio en el 87 por ciento.
El informe integrado
La presentación del informe de KPMG, más de tres cuartos de las mayores compañías del mundo ofrecen en su informe anual información financiera y no financiera. En concreto, el 68 por ciento de las 100 principales empresas españolas incluyen dicha información en sus informes. Asimismo, la realización de este informe está despegando con fuerza en Japón, Brasil, México y España. Otro aspecto a tener en cuenta es el aseguramiento de la responsabilidad corporativa que se ha más que duplicado en los últimos 12 años. Un 30 por ciento de las 250 mejores empresas globales en 2005 lo aseguraban; en 2017, el 67 por ciento de ellas. Esto implica que las empresas tendrán que informar sobre impactos, no sobre estadísticas.