
Transparencia Internacional (TI) España presentó ayer su Guía Práctica de Autodiagnóstico y Reporting en cumplimiento normativo, buen gobierno corporativo y prevención de la corrupción, una herramienta con la que pretende asistir a las empresas en la evaluación de la calidad sus programas de prevención de delitos -o compliance-, así como de otros estándares de transparencia, integridad y buenas prácticas.
El documento -que, además, estará disponible en modo app después del verano- contiene más de 270 ítems a través de los cuales la organización puede examinar sus políticas en cuatro áreas clave: el cumplimiento normativo, el gobierno corporativo, la prevención de la corrupción y el reporting público país por país. Su destinatario principal son las empresas españolas cotizadas.
Tras la evaluación, la organización podrá obtener un informe de autodiagnóstico que le permitirá, además de realizar una evaluación interna, trasladarla a sus socios, inversores o consumidores para acreditar su compromiso con una cultura de integridad.
"En Estados Unidos impera la idea de que todo lo que se mide, mejora y lo que no se mide no mejora. En España, sin embargo, no medimos. Somos más de decir: más o menos", aseveró Antonio Garrigues Walker, presidente de la fundación Garrigues y fundador de TI-España, que manifestó que la guía será una herramienta muy útil para las empresas en la mejora de su sistema compliance. "El autodiagnóstico va a jugar un papel fundamental, y cada vez más, porque las obligaciones van a ir aumentando cada vez más".
La disposición 9.1.6 de la norma UNE 19601 -que contiene los requisitos para certificar el sistema de gestión del compliance- establece que las organizaciones deben desarrollar un conjunto de indicadores medibles para evaluar sus sistemas de cumplimento. Y, precisamente, a esa necesidad responde la guía.
"Es un primer punto de partida para las empresas que fortalecen estas áreas y además mantienen una comunicación veraz, eficiente y útil con sus grupos de interés, creando una verdadera confianza entre las partes", subrayó David Martínez, investigador del Proyecto Integridad de TI-España y coautor de la guía.
Dentro de las cuatro áreas evaluadas, la guía establece tres niveles de cumplimiento: moderado, medio y máximo. Los parámetros evaluados corresponden a exigencias legales, indicadores de cumplimiento voluntario -cuyo origen se encuentra en el soft-law- y recomendaciones de TI.
"Va a permitir la creación de valor a las empresas a través de tres vías: la protección de la competencia leal, la protección de los inversores y la protección de los consumidores", concluyó Silvina Bacigalupo, catedrática de Derecho Penal y coautora de la guía.