
Apenas cinco días después de que el juez del caso Blesa, Elpidio José Silva, denunciara presiones e injerencias en la instrucción durante una conferencia organizada por Iuris & Lex, la revista jurídica de elEconomista, el magistrado pidió ayer amparo al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En el escrito, al que ha tenido acceso este periódico, Silva acusa al presidente del CGJP, Gonzalo Moliner, de "hostigamiento y persecución". Lea aquí el texto completo de la petición de amparo.
Denuncia con nombres
El juez Silva denuncia que se suceden "acontecimientos y comportamientos injustificados y absolutamente desproporcionados" contra mi persona. El juez pone nombres a estas actuaciones: Manuel Moix Blázquez, fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid; Eduardo Esteban Rincón , fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Madrid; Álvaro Domínguez Calvo, instructor del expediente abierto tras la apertura del caso Blesa; María Jesús Armesto Rodríguez, fiscal de Madrid; María Esperanza Ancos Benavente, José Sierra Fernández y Carmen Calvo Velázquez, inspectores del CGPJ; y varios miembros de este organismo, incluido su presidente.
El juez recuerda que Moliner declaró "sin rubor" que esperaba que el expediente abierto contra él "llegue a buen fin", después de que el CGPJ le hubiera sancionado ya en cuatro ocasiones y que dos de ellas fueran revocadas por la Sala de lo Contencioso del Supremo, institución que preside el propio Moliner. Sobre este aspecto afirma en el recurso de amparo que esta afirmación "es una falacia (...), pues consta que no obra ninguna sanción en mi hoja de servicios".
Argumenta que "el señor Moliner ha podido mentir con la innegable intención de que la opinión pública se cebe en mí. Como única excusa le cabe -no es nada descartable- que le hayan manipulado elementos internos del Consejo, pasándole informes o notas de servicio manifiestamente falsas o manipuladas, lo que debería ser, en su caso, debidamente investigado".
Contra el analista del caso
Silva solicita que proceda de oficio contra Manuel Moix "por calumnias e injurias, al haber convocado a los medios de comunicación para acusarme de prevaricación". Y advierte que si éste interpusiese una denuncia contra él por tales hechos - "la cuál sería absolutamente infundada y maliciosa"- le demandará por denuncia o acusación falsa.
Por cierto, que ayer Moix acudió a la Cadena Ser para analizar el caso Blesa y afirmó que el juez Silva está actuando de una forma insólita y aseguró que "será difícil establecer si los movimientos de Blesa son constitutivos de delito si las conductas del juez están viciadas".
"Es patente el hecho de que, tras tantas injerencias en mi labor como juez instructor, mi independencia se está viendo totalmente violada y mi persona humillada y vilipendiada, y no sólo por los medios de comunicación, sino desde los mismos órganos públicos", añade.
En su escrito relata el calvario sufrido por "compañeros" del TSJ de Castilla-La Mancha y por parte de la Fiscalía de la comunidad autónoma mientras se encontraba de baja laboral por accidente de trabajo, abriéndole "muy injustificadamente", expedientes para la jubilación, que fueron valorados por expertos en psiquiatría y psicología como acoso laboral o "compatible con un acoso institucional". Así, asegura que mientras estaba de baja "fui perseguido, inquietado y alterado por reiterados requerimientos" de la Comisión Permanente del CGPJ y del TSJ. Así, cita al presidente del citado Tribunal, Vicente Rouco, como impulsor.
Sin interrogar a los testigos
Especialmente duro es el juez en su escrito sobre el expediente disciplinario que se le ha abierto. Considera que "está siendo utilizado como arma arrojadiza para perturbar mi adecuada dedicación y mi debida tranquilidad, sirviendo como punta de lanza para que pueda cuestionarse en los medios de comunicación mi capacidad como juez. ¿Cuál es el motivo de ser nuevamente inspeccionado en el año 2013, sin causa alguna que justifique una nueva inspección ordinaria?".
Considera que tras la declaraciones de Moliner, del Fiscal General (Torres Dulce) y de Moix, "desde tal deseo de sancionarle se ha llevado a cabo la inspección".
Denuncia que el instructor Álvaro Domínguez Calvo, "no actúa con la imparcialidad que se le presupone, hace gala de desconocer la normativa procesal penal, la forma de trabajo de un Juzgado de Instrucción y dirige la instrucción de forma tendenciosa". Dice que ha denegado la práctica de la mayoría de pruebas propuestas, ya que "de antemano entiende probados los hechos", no ha interrogado a los testigos, puesto que sólo ha tomado declaración a la fiscal Armesto, quien había sido reprobada el día de los hechos por cuatro abogados".
Insultos desde los medios
El juez del caso Blesa también denuncia que , junto al fiscal jefe de Madrid, otras personas han empleado expresiones y comentarios, que "objetivamente denigran mi persona, atentan a la libertad jurisdiccional y pretenden lesionar mi independencia profesional".
Cita a Carlos Herrera, Federico Jiménez Losantos, y al expresidente de la CNMV Manuel Conthe, que entre otras cosas le acusan de prevaricador, deudor o juez expedientado. Alega que lesionan su libertad de decidir en los procesos y anuncia que se querellará.