Las fuertes caídas que se han experimentado en las bolsas en días como el del ?Brexit? o el del ?crash? chino han tenido el efecto contrario en el Vix, que en esas sesiones repuntaba más de un 30%. ¿En qué consiste este indicador?
Cuando el mercado cae a plomo hay un índice que siempre sube. Se llama Vix y por ejemplo, el día del Brexit, el primer cisne negro al que se ha enfrentado el mercado en este 2016 cuando la bolsa europea registró caídas superiores al 10 por ciento, el Vix subió un 49 por ciento. Más ejemplos, con el crash de China de agosto de 2015 el índice Vix subió consecutivamente en dos sesiones, la del 21 de agosto y la del fatídico lunes 24 de agosto un 46 y 45 por ciento, respectivamente. Y más recientemente, el 9 de septiembre, cuando se perdieron soportes en Wall Street al calor de la enésima noticia sobre una futurible subida de tipos en EEUU este indicador repuntó cerca de un 40 por ciento. Pero, ¿qué es el Vix y por qué sube cuando los mercados hacen crash?
El Chicago Board Options Exchange Marker Volatility Index (VIX) no mide otra cosa que la volatilidad implícita de las opciones sobre las acciones que componen el índice S&P500 para un periodo de 30 días. La teoría es que los inversores compran más opciones cuando quieren protegerse ante hipotéticas caídas de mercado y las venden cuando no tienen esa necesidad de proteger sus carteras. De ahí que el índice suba cuando los mercados caen y viceversa, ya que descuenta el miedo que tienen los inversores sobre lo que va a suceder en el mercado a corto plazo, lo que explica que se conozca popularmente como "índice del miedo".
Precisamente el hecho de que su comportamiento sea inversamente proporcional al que tienen los mercados de renta variable es lo que explica que muchos inversores acudan a él para proteger sus carteras, ya sea comprando opciones o futuros sobre el índice o a través de productos cotizados que replican su comportamiento, aunque muchas veces la réplica que realizan no es todo lo exacta que se querría. En el mercado de ETF existen más de 60 productos que replican el comportamiento del Vix ya sea al alza o a la baja, ya que muchos de ellos son bajistas sobre el índice y por tanto ganan cuando el índice cae, e incluso apalancados que duplican las pérdidas o ganancias que consigue el índice. Sin embargo, también existen fondos que invierten en bolsa que convierten la volatilidad en un extra de rentabilidad para sus carteras o al menos en un ingrediente para minimizar las pérdidas cuando las bolsas caen. Está el caso por ejemplo de fondos como los que ofrecen gestoras como Amundi, Natixis, Axa, Credit Suisse o BNP Paribas en sus versiones de minimum variance, low volatility o volatility arbitraje. También en el mercado del ETF existen productos que juegan con la volatilidad a la hora de invertir. Y es que, además de los ETF que replican el comportamiento del Vix, ya sea al alza o a la baja, también hay productos que tratan de reducir la volatilidad de una cartera de acciones invirtiendo en aquellas que históricamente han presentado menor volatilidad. A estos ETF se les conoce como smart beta de baja volatilidad y en lo que va de este año tan volátil no han hecho otra cosa que aumentar su interés por parte de los inversores. De hecho, según los datos de Amundi, los ETF europeos de low volatility acumulan suscripciones netas en 2016 por valor de 3.355 millones de euros, lo que les convierte, tras la inversión en ETF emergentes, en los fondos cotizados de bolsa que más dinero consiguen.
Más allá del comportamiento a corto plazo del Vix, la inversión en este tipo de fondos cobra sentido para minimizar la volatilidad extrema a la que se exponen por se los productos que invierten en bolsa. Diferente es el caso de quien prefiera invertir directamente en el Vix, uno de los índices más volátiles que hay en el mercado, ya que su principal activo es precisamente la volatilidad. A priori, se podría considerar que es en momentos de pánico cuando un inversor podría considerar la opción de invertir en el Vix, pero la recomendación general es que quien se plantee esa opción debería esperar a que el índice se normalizara antes de optar por la inversión en él. Al fin y al cabo, funciona como cualquier otro índice y a este respecto la recomendación es siempre comprar con las caídas y vender con las alzas. En la actualidad, y pese al repunte de los últimos días, el Vix se encuentra cotizando muy por debajo de sus máximos históricos de 2008, cuando llegó a tocar los 89,53 puntos, en plena crisis de las hipotecas subprime que aún hoy colea y con la quiebra de Lehman Brothers como gran protagonista, aunque sigue estando por encima de la media histórica de 19 puntos desde que se empezó a calcular en el año 1990.
Los otros VIX
Aunque el Vix es el índice del miedo más conocido por los inversores, existen otros que también actúan de indicadores de la volatilidad, que no hay que olvidar que puede provocar grandes pérdidas para los inversores, pero también grandes ganancias si se elige el momento de entrada adecuado. Por ejemplo, en Europa están el VDAX, que mide la volatilidad implícita de las acciones del Dax alemán, o el Vstoxx, que hace lo propio con el Eurostoxx 50. Incluso hay indicadores de volatilidad sobre renta fija americana (MOVE) o mercado de divisas (CVIX).