Empresas y finanzas

El gran reto del nuevo presidente de El Corte Inglés: el salto al mercado exterior

El fallecido Isidoro Álvarez. Foto: Archivo

El fallecimiento de Isidoro Álvarez en el día de ayer deja vacío el sillón de la presidencia de El Corte Inglés. Se va con una parte muy importante de los deberes hechos -la consolidación en el mercado español, la refinanciación de la deuda y la diversificación de la empresa con el lanzamiento de nuevos formatos y negocios, como Supercor, Sfera o Bricor-, pero también deja pendiente por delante a su sucesor nuevos retos. Adiós al rey del comercio español.

Consciente de la necesidad de renovación para seguir creciendo, en el último año, Álvarez ha insistido una y otra vez a su equipo en la necesidad de acometer la expansión internacional. En los últimos cuatro años, El Corte Inglés ha invertido más de 2.860 millones de euros en afianzar su posición en España y, aunque muy cauto a la hora de salir fuera en los últimos años, Álvarez acabó por asumir que no había otra posibilidad para mantener el camino del crecimiento.

En un primer momento, y una vez dado ya el salto a Portugal, la compañía estuvo buscando ya hace años la posibilidad de abrir en Italia. En un primer momento se pensó en Roma, pero ante las dificultades de encontrar un emplazamiento adecuado, se empezó a trabajar en la posibilidad de Milán. Así, se sopesó el desarrollo de un gran almacén en nuevo desarrollo urbanístico en la capital de Lombardía, Sesto San Giovanni, que finalmente no se llevó a cabo.

El objetivo ahora, sin embargo, es otro muy distinto. En la cúpula directiva del gigante de la distribución están pensando en otras zonas del mundo, fundamentalmente en Latinoamérica y en Europa del Este, aunque sin descartar tampoco otras posibilidades, incluida Asia.

"Hay países donde contamos con una ventaja clarísima, porque gracias a los turistas que llegan a España y que nos visitan, el reconocimiento de nuestra marca es muy fuerte, con lo que ya tendríamos hecha la campaña de marketing", aseguran fuentes de la empresa de grandes almacenes.

A la espera del gran salto internacional, la compañía de distribución mantendrá, no obstante, una actividad creciente en el resto de filiales, tal y como viene haciendo hasta ahora. Con Informática El Corte Inglés , por ejemplo, la empresa ha desembarcado, por ejemplo, en México, República Dominicana, Perú, Brasil y Colombia; y con Sfera, se han firmado acuerdos en Perú y Arabia Saudí y se están llevando a cabo nuevas aperturas en México. Todo ello ha permitido mejorar la cuenta de resultados en un momento aún complicado en España.

Refinanciación

Pero el reto para el sucesor en la presidencia de Isidoro Álvarez no pasa sólo por salir fuera para buscar negocio y asentarse comercialmente, sino también para emitir deuda y rebajar los costes de la financición aprovechando las oportunidades que se están presentando en los mercados. Cuando a finales del año pasado la empresa llevó a cabo una emisión de bonos para inversores institucionales en la Bolsa de Irlanda (Irish Stock Exchang) por 600 millones de euros, con vencimiento a diciembre de 2015, tuvo que firmar un tipo de interés del 2,8%.

Por su actividad empresarial, el volumen de proveedores y el número de empleados, el grupo El Corte Inglés seguirá teniendo, al margen del posible salto al exterior, una repercusión muy fuerte en el conjunto de la sociedad española. El impacto económico que generó en el último ejercicio, según sus propias cifras, fue de 15.300 millones de euros. La compañía que presidía hasta ayer Isidoro Álvarez tiene unos 31.000 proveedores, la mayor parte de los cuales son españoles.

La gran duda que se plantea, por otro lado, es si el nuevo presidente apostará sólo por el crecimiento orgánico o como sus antecesores recurrirá también a las adquisiciones para salir fuera de España. Bajo la gestión de Álvarez se acometieron, de hecho, las compras de Galerías Preciados en 1995, y de cinco hipermercados de Carrefoury nueve centros del grupo británico Mark& Spencer después de que éste cesara sus operaciones en España, ambas operaciones en 2001.

Pero la historia de El Corte Inglés arranca mucho antes, en 1935, como un pequeño comercio dedicado a la sastrería y confección de ropa para niños abierto en Madrid, en la calle de Preciados esquina a Carmen, por Ramón Areces Rodríguez tras su vuelta de La Habana, donde trabajó como aprendiz en los almacenes El Encanto.

Areces viajó desde Cuba a Estados Unidos y Canadá para trabajar en el sector de importación, aprender inglés y estudiar economía. Durante ese tiempo acumuló la experiencia necesaria para poner en marcha, con la ayuda de su tío César Rodríguez, la tienda que con el tiempo creció hasta convertirse en El Corte Inglés, uno de los mayores grupos de distribución español. De los siete dependientes de aquella primera tienda se ha pasado a más de 93.300 empleados directos (el 94% fijos y el 64% mujeres).

Tras la Guerra Civil española, en julio de 1940, la empresa se constituyó en Sociedad de Responsabilidad Limitada, con un capital de un millón de pesetas, y se trasladó a la esquina de las calles Preciados y Tetuán. En 1952 se transformó en sociedad anónima y tras varias ampliaciones, la tienda de Preciados se convirtió en el primer centro comercial dividido en departamentos.

Expansión nacional

Con un estilo de gestión propio dirigido por Ramón Areces y un grupo de colaboradores directos, El Corte Inglés amplió su negocio con la creación de nuevos centros por toda la geografía española. El éxito de la consolidación y expansión del grupo se debe en parte al modelo de participación de los directivos y mandos en el accionariado de la empresa para que los trabajadores se sientan comprometidos con la buena marcha de la compañía.

La década de los sesenta fue clave para su expansión como gran almacén, por la inauguración de nuevos centros en Barcelona, Sevilla y Bilbao, además de Madrid, donde iba aumentando el número de implantaciones, al mismo tiempo que las ya existentes se consolidaban con una creciente oferta comercial.

Desde finales de los 60 hasta mitad de los 90, tiene lugar, sin embargo, la fase de más fuerte crecimiento del grupo, marcado por la expansión a otras capitales de provincia y por la diversificación de su actividad comercial, que pasa a tomar posiciones en otros ámbitos de negocio.

Así, en 1969, se constituyó la filial de viajes, diez años después se creó Hipercor, y en 1982 se adquirió la sociedad Centro de Seguros. Los años ochenta fue una década intensa que concluyó con la muerte de Ramón Areces el 30 de julio de 1989. Durante todos los años anteriores, el presidente había ido preparando a su sucesor, Isidoro Álvarez, que desde 1966 ocupaba el cargo de consejero director general. Es el mismo cargo justamente que tiene desde el año pasado Dimas Gimeno. Habrá que esperar, no obstant,e unos días para conocer si el relevo, que tendrá que ser ratificado por el consejo de administración, acaba consumándose.

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