
Llaveros, bolsos, tablets, mochilas, maletas, gafas, DNI, carnets, documentos personales o cámaras de fotos... Son los objetos más extraviados en los meses de verano. El fenómeno se intensifica durante el periodo de julio y agosto, meses en los que se prevén hasta 14,2 millones de desplazamientos en el país, según afirma Francisco Canals, autor del estudio.
La mayoría de objetos nunca se recuperan: su baja cuantía o la incapacidad de poder demostrar la propiedad con documentos de identidad de valor probatorio son los motivos principales para ello, mientras que, aquellos que tienen etiquetado el nombre del propietario se envían a los consulados o ayuntamientos en el caso de turistas nacionales, aunque solo representan el 21% del total.
Algunas oficinas de objetos perdidos permiten hacer consultas online y conocer, mediante el número de serie, si su objeto está en la base de datos. Los lugares más habituales para la pérdida son las calles (con un 53,4%) seguido por los bares y cafeterías.
Además, las mujeres son más persistentes que los hombres: un 37,2% de ellas insisten en buscar el objeto perdido volviendo al lugar donde creen haberlo olvidado, mientras que los hombres (con un 28,9%) dan por perdido el objeto, según un informe de la empresa Recupérame.
Trenes y aeropuertos
Pero son las estaciones de tren y aeropuertos las que más pérdidas acaparan. En el Aeropuerto de Madrid se registran un total de 39.000 objetos perdidos al año (106 diarios) y, en muchas ocasiones se subastan tras seis a 12 meses sin que nadie los reclame ante la imposibilidad de almacenarlos por un tiempo indefinido? Al fenómeno deben añadirse perros, gatos y animales perdidos en espacios públicos: se estima que cada verano se pierden o abandonan más de 10.000 mascotas en toda España.