
Agentes de la Policía tributaria italiana han registrado esta mañana las oficinas de la sede de la agencia de calificación Standard & Poor's en Milán en el marco de una investigación sobre el impacto en los mercados italianos de los informes de la calificadora. La agencia ha expresado su "sorpresa y consternación" por las acciones.
"S&P está sorprendida y consternada por estas investigaciones sobre nuestros ratings independientes", indica. "Las acusaciones que se han lanzado carecen de base y defenderemos vigorosamente nuestras acciones, reputación y análisis", añade.
De acuerdo con fuentes de S&P, la operación se ha llevado a cabo a instancias de la Fiscalía de Trani y se enmarca en la investigación abierta sobre el papel de esta firma en los problemas financieros del país transalpino y del resto de la zona euro. También se está evaluando la anormal volatilidad de la bolsa transalpina en 2010 y 2011 y la relación de las agencias con la especulación en los mercados.
No se trata de la primera visita de las autoridades italianas a las oficinas de la agencia de calificación. En agosto, la Fiscalía italiana se hizo con documentos de S&P y también de Moody's tras las quejas de un grupo de consumidores y acusó a las dos firmas de haber emitido "juicios falsos, infundados o al menos, imprudentes" sobre el sistema económico-financiero italiano.
El organismo judicial anunció entonces que estaba investigando a tres de los analistas de S&P, Eileen Zhang, Frank Gill y Moritz Kraemer, a quienes se añadía un analista de Moody's no identificado y los responsables legales para Italia de ambas agencias.
Los tres analistas de S&P están acusados de "manipulación del mercado" y de abuso "de información privilegiada" por haber "elaborado y difundido", en los meses de "mayo, junio y julio de 2011" noticias e informes "incorrectos" o "exagerados" sobre la sostenibilidad del sistema económico y bancario italiano.
En aquel momento, S&P calificó la investigación de "infundada". En esta ocasión han preferido no hacer declaraciones por el momento y desde la sede de Milán se han limitado a confirmar a Reuters que se estaban llevando a cabo los registros y que formaban parte de la investigación de la Fiscalía de Trani, en el sur de Italia.
Los registros llegan casi una semana después de que S&P decidiera rebajar el rating de Italia en dos escalones, hasta 'BBB+'. Tras esta decisión, fuentes gubernamentales italianas habían manifestado que se trataba de "un ataque a Europa y por lo que respecta a nuestro país, no se ha tenido en consideración el trabajo sobre el plan de ajuste y sobre las liberalizaciones".