En España y en Europa los están vendiendo como la panacea, pero los analistas financieros, empresarios y responsables de las organizaciones representativas de autónomos y pymes, coinciden en afirmar que los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que el Consejo Europeo de hoy y mañana va a autorizar para las pequeñas y medianas empresas, no serán un remedio sino un pequeño paliativo y, además, caro, escaso y selectivo.
Una oferta de crédito que, en principio, prevé destinar hasta 100.000 millones de euros para aliviar las necesidades de financiación de las pymes europeas, y de los que a España le corresponderían un máximo de 11.600 millones, en función de la demanda que se reciba.
Los créditos se instrumentarán a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), quien comercializará esta nueva línea ICO-BEI a través de los bancos comerciales, tal y como hace con las líneas de mediación del crédito oficial.
Préstamos caros
Esta es, precisamente, una de las causas por la que los créditos europeos serán caros, o al menos similares o no mucho más baratos del 8,5% de interés al que actualmente se conceden los préstamos de las líneas nacionales del ICO.
Atendiendo a las informaciones que, tanto desde Bruselas como desde Madrid, se vienen difundiendo sobre la ejecución de este nuevo instrumento de financiación, el BEI procederá a titularizar el crédito para emitir paquetes de deuda, por la que deberá pagar un tipo de interés en los mercados. Por ello, el tipo de interés al que se ofertarán a las pymes españolas será el resultado de sumar el margen diferencia del BEI, más el margen diferencial del ICO y el de los bancos privados que los comercialicen.
En cualquier caso, los expertos consultados resaltan que el tipo resultante "estará en la línea del 8,5 por ciento, o como mucho un punto menos", es decir en línea con los tipos actuales del mercado.
Del hecho mismo de la titulación del crédito deriva el carácter selectivo de los préstamos, ya que el BEI se verá obligado a conceder la financiación sólo a empresas con elevados índices de solvencia para no exponerse a una rebaja de su calificación de riesgo en los mercados.
Por ello, y aunque la normativa de los créditos no va a limitar el acceso a los mismos en función del tipo de empresas, las condiciones que se impongan limitarán, prácticamente, la financiación a pymes con un mínimo de diez trabajadores y con garantías suficientes.
Y, respecto a la escasez,sólo decir que si los datos del Banco de España estiman que sólo en nuestro país el saldo vivo del crédito a empresas ha bajado en 120.000 millones, poco se va a poder hacer con menos del 10% de esta cantidad, que es el máximo que nos correspondería en el reparto.
Resultados tangibles
Pero la financiación de las pymes es sólo una de las múltiples cuestiones que han de tratarse en la cumbre que empieza hoy, y cuya posible falta de resultados preocupa ya al presidente permanente del Consejo Europeo.
Por ello, Herman Van Rompuy pidió ayer a los líderes europeos "resultados tangibles" con respecto a la "urgente necesidad" de aliviar el ahogo de las pymes y también luchar contra el desempleo juvenil. A pesar de estas apremiantes palabras por parte del político belga, lo cierto es que se espera que en la cumbre los Veintisiete se limiten a aprobar meros parches con la vista puesta en las elecciones alemanas de otoño y un posible o imposible giro de Angela Merkel hacia las políticas de crecimiento.
Lo previsible es que los líderes europeos respalden la propuesta de adelantar 6.000 millones de euros presupuestados para el periodo 2014-2020 para los dos primeros años con el propósito de luchar contra el paro que afecta a los menores de 25 años.
Máximo cuatro meses en paro
Se trata de que ningún joven esté en paro a los cuatro meses de límite máximo después de terminar sus estudios y se le ofrezca mediante la denominada "garantía juvenil" la posibilidad de seguir con su formación, unas prácticas o un empleo. España espera conseguir entre 1.500 y 2.000 millones, ya que los fondos se distribuyen entre las regiones europeas con un paro juvenil superior al 25 por ciento y nuestro país duplica esta cifra.
Esta cumbre también pivotará sobre la Unión Bancaria. Los Veintisiete volvieron a reunirse ayer tras el fracaso de la semana pasada para acordar una jerarquía clara de acreedores en caso de quiebras. Al cierre de esta edición, ultimaban el acuerdo sobre la flexibilidad de las autoridades nacionales a la hora de eximir un porcentaje del pasivo de posibles quitas.
La última propuesta de la Presidencia irlandesa permite un máximo del 5%.