El Tesoro Público ha cerrado la primera emisión de deuda de febrero captando más de lo previsto. En concreto, ha captado 5.590 millones de euros en bonos a tres y cinco años, por encima del objetivo máximo que se había fijado el organismo dependiente del Ministerio de Economía, de 5.500 millones. Además, ha conseguido rebajar los intereses ofrecidos hasta su mínimo en toda la serie histórica.
Por tramos, ha adjudicado 2.300 millones de euros en bonos a tres años, por los que ha ofrecido una rentabilidad media del 1,562% frente al 1,595% que pagó en la anterior subasta similar, celebrada el pasado 16 de enero.
Además, ha vendido otros 3.290 millones de euros en títulos con vencimiento en 2019. En este caso el rendimiento medio abonado es del 2,254%, desde el 2,382% del pasado 9 de enero.
Elevada demanda
El Estado sigue beneficiándose de la calma en los mercados a la hora de apelar a los inversores en busca de financiación, anotándose sucesivas rebajas en el interés de la deuda subastada.
El interés de las entidades se ve también en la demanda, que se mantiene robusta. Para la referencia hasta 2017, las peticiones han superado en 2,02 veces a los bonos adjudicados, mientras que en el caso de los bonos a cinco años el ratio de cobertura ha sido de 1,68 veces. La demanda total alcanzó los 10.164 millones de euros, frente a los 5.500 millones finalmente colocados.
En enero, el Tesoro captó 22.096 millones de euros dentro del programa de financiación a medio y largo plazo. Esta cifra supone un 16,6% de la previsión de emisión incluida en la Estrategia del Tesoro para el conjunto del 2014, de 133.300 millones de euros.
Deuda: La espada de Damocles de Europa