Orange España se juega su futuro en los próximos meses con la licitación de las nuevas frecuencias de móviles. Y lo hace con la convicción de que necesita más recursos de los que ahora dispone.
Sin desvelar sus intenciones, el operador de telecomunicaciones asume que no revenderá su espectro, por lo que desdeñará el futuro Mercado Secundario que proyecta el Ministerio de Industria.
"No estamos en ese negocio, no nos interesa", sentencia Jean Marc-Vignolles, consejero delegado de Orange España, en una entrevista para elEconomista. También confirmó que su compañía detallará a finales del próximo mayo los retos para Orange España del denominado Conquista 2015, programa quinquenal con el que el grupo francés prevé emprender un gran salto cuantitativo y cualitativo.
El Gobierno ha puesto a Orange en bandeja parte de las frecuencias de 900 Mhz, al licitar 5 Mhz bajo la modalidad de concurso y excluir a Telefónica y Vodafone. Parece claro que ése espectro será para ustedes.
No plantearía las cosas así, al menos en 900 Mhz, y no puedo comentar de manera detallada cuál va a ser nuestro planteamiento en estos procesos, porque muchos son los factores a considerar. En cualquier caso, pienso que el Gobierno ha hecho un esfuerzo importante para responder a las necesidades de nuestros clientes en términos de frecuencias y recursos de radio de los operadores para los próximos 20 años. Lo cierto es que esta licitación representa una oportunidad para afrontar el crecimiento de datos y facilita una situación de competencia más igualada en el futuro.
¿France Télécom apoyará incondicionalmente a su filial española para pujar todo lo que necesite en las subastas por el espectro?
France Télécom tiene una casuística de acceso a frecuencias en varios países europeos, ya que no sólo se licita espectro en España. Claramente, nuestro accionista será el que al final tomará la decisión que nos permitirá invertir en base a las demandas o al plan que acordemos al respecto.
¿El esfuerzo inversor que demandarán las frecuencias españolas estará en línea con el de otros países europeos? ¿Considera que las próximas subastas serán más caras en España que en otros sitios?
De momento el proceso parece en línea con lo que se está planteando a nivel europeo. Lo que es caro en España son las tasas que pagamos anualmente por el uso de las frecuencias radioeléctricas. Hay que tener en cuenta el cómputo global de lo que se desembolsa, más allá del pago inicial y del compromiso de inversión. Aquí tenemos que abonar unas tasas relevantes que en otros países no existen.
Los operadores de cable confían en acceder a nuevas frecuencias a través del Mercado Secundario del Espectro, que en breve habilitará el Gobierno. ¿Esperan ustedes participar con sus recursos excedentarios?
No estamos en el negocio de la reventa de espectro, no es lo que nos interesa. Me parece que el modelo de operadores virtuales es económica y tecnológicamente más eficiente y acertado que la reasignación de pequeños bloques de recursos por aquí y por acá. Por lo tanto, no revenderemos frecuencias. Mi hipótesis es que necesitaremos todos estos activos radioeléctricos. La nuestra no es una apuesta comercial, financiera o especulativa. Vamos a competir en el marco de un proceso de frecuencias que necesitamos, nada más.
Al hilo del Plan Conquista 2015 emprendido por el grupo, ¿qué podemos esperar de Orange España? ¿Pretenden desbancar a Vodafone del segundo puesto?
Ahora no puedo comentar números referidos a España del Plan Conquista 2015, pero nos vemos claramente entre uno de los tres grandes del mercado. Lo que nos importa es crecer de forma continua, como hemos hecho en los últimos años, elevando la cuota de valor de todos nuestros negocios. Como en el fútbol, sólo nos preocupamos por nuestro propio juego y no por el de los competidores. Insisto, existe una ambición de crecer y no estamos obsesionados por Vodafone.
La situación económica de España no ayuda precisamente al negocio doméstico. Son conscientes de estas circunstancias en la sede parisina de su grupo.
Las predicciones sobre lo que va a pasar en la economía española a lo largo de este año tienen su impacto y su influencia sobre nuestros resultados. Dicho eso, lo que esperamos es mantener la senda de crecimiento de ingresos y de clientes de móvil y de banda ancha. Ahora bien, también tenemos unos impactos negativos de tipo regulatorio y fiscal que lastran los resultados y frenan el desarrollo. Sin esas cargas, nuestro negocio hubiera crecido el año pasado.
El negocio de los móviles virtuales sigue creciendo en Orange o, por el contrario, comienza a apuntar al declive.
Hubo un periodo fuerte entre 2007 y 2009 de lanzamiento de virtuales y, desde entonces, tenemos una posición fuerte: más de la mitad de los clientes de los virtuales utiliza nuestra red, lo que es una señal de confianza y de fortaleza en nuestra oferta mayorista. La crisis ha parado el número de proyectos nuevos y los recursos para invertir en este negocio son escasos. Sin embargo, nosotros seguimos firmando acuerdos con nuevos operadores, aunque más despacio que antes.