Economía

Haarde, ex primer ministro de Islandia, sale limpio tras ser juzgado por la crisis

  • Solo es "culpable" de no reunirse con su gabinete
  • La justicia no le impondrá ninguna pena o sanción
Geir Haarde, exprimer ministro de Islandia. Foto: EFE

El tribunal especial creado para juzgar por negligencia al ex primer ministro de Islandia, Geir Haarde, ha declarado inocente al político de tres de los cuatro cargos a los que se enfrentaba, aunque no tendrá que asumir ninguna pena y las costas del juicio deberán ser pagadas por el contribuyente.

El conservador Haarde, de 61 años y que fue jefe de Gobierno entre 2006 y 2009, solo ha sido encontrado culpable de no llevar a cabo reuniones específicas de gabinete antes de la crisis, cargo que no acarrea ninguna pena.

El Parlamento votó en 2010 en favor de juzgar a Haarde por la crisis en un tribunal especial de impugnación creado en 1905 que nunca se ha utilizado antes. El juicio comenzó a principios del pasado mes de marzo y el ex primer ministro se enfrentaba a una posible pena de hasta 2 años de prisión.

Niega todos los cargos

Durante el juicio, Haarde negó la acusación por considerar que no tiene "fundamento", ya que no había signos "claros" de un crack inminente y las autoridades tampoco podían obligar a los bancos a reducir su exposición. Haarde ha criticado además el proceso, que califica de "político" y de "farsa".

Ninguno de los 40 testigos de la élite política y económica islandesa que declararon durante el juicio culpó directamente a Haarde de la crisis.

En sus conclusiones, la fiscal no pidió tampoco una pena concreta para Haarde, si bien consideró que es culpable de no haber reducido las consecuencias de la crisis, ni escuchado a las señales de advertencia, ni haber hecho lo suficiente para obligar a los bancos a reducir su tamaño o a trasladar a otros países sus filiales más problemáticas.

Los tres principales bancos de Islandia, cuyo volumen de negocios había llegado a superar diez veces el PIB de este país de unos 320.000 habitantes, colapsaron uno detrás de otro en octubre de 2008, lo que situó al país en una situación crítica y le obligó a recibir ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las protestas populares provocadas por la crisis forzaron la salida del gobierno de conservadores y socialdemócratas, dirigido por Haarde, unos meses después y la convocatoria de elecciones anticipadas en abril de 2009, de las que salió un nuevo gobierno integrado por socialdemócratas y "rojiverdes".

El Althingi (Parlamento islandés) dio luz verde en septiembre de 2010 a que Haarde fuese llevado a los tribunales, siguiendo el consejo de la comisión parlamentaria de investigación.

Pero el Parlamento no hizo lo mismo con otros tres ex ministros de su gabinete, dos de ellos socialdemócratas, señalados también en el informe de la comisión.

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