
El fraccionamiento de las inversiones para eludir la autorización necesaria del consejo de administración de Caja Madrid o del Gobierno de la comunidad autónoma parece una práctica habitual en la entidad bajo la presidencia de Miguel Blesa.
Lo hizo en 2008 cuando acordó fraccionar el pago por la compra del City National Bank of Florida (CNBF) para no tener que informar al Ejecutivo de Esperanza Aguirre y lo hizo también un año antes cuando planificó su entrada en el fondo de inversión hispano-saudí, para el que trabajó la princesa Corinna Zu-Sayun-Wittgenstein, amiga personal del Rey Juan Carlos, impulsor además del proyecto.
En los correos electrónicos entre Blesa y Matías Amat, el director general de Negocio, a los que ha tenido acceso elEconomista, se deja clara la operativa, con la que se trataba de eludir los controles. El fondo era una inversión conjunta entre Arabia Saudí y España para el desarrollo de infraestructuras en el primer país, de las que se pudieran beneficiar después las constructoras españolas.
Con la intermediación de Corinna y bajo la dirección de Morgan Stanley, se contactó para que entraran en el mismo con distintas entidades financieras -entre las que figuraba Caja Madrid- y empresas del sector de la construcción. El objetivo inicial que perseguían sus promotores era que España aportara alrededor de 150 millones de euros y los saudíes invirtieran otros 350 millones más.
Los correos electrónicos
02/10/2007: Correo de Miguel Blesa a Matías Amat (.pdf)
04/02/2009: Correo de Matías Amat a Miguel Blesa (.pdf)
24/02/2009: Correo de Matías Amat a Miguel Blesa (.pdf)
Una vez analizada toda la documentación, el 2 de octubre de 2007, el director general de negocio de Caja Madrid remitió así un correo electrónico a Blesa en el que le explicaba cuál era la situación tras una conversación con Luis Isasi, presidente de Morgan Stanley en España.
"Tenemos que entrar con 50 millones de dólares (unos 35 millones de euros) para que nos den puesto en el consejo. No nos habían hecho mucho caso porque dijimos que 25 millones de euros y puesto en el consejo. Si decimos que sí a 50, entramos inmediatamente. La parte española, que es de 150 millones (los moros colocan 350) está muy verde. Sólo ha confirmado que entra con 50 Villar Mir; dada la situación de los mercados no encuentran más inversores".
A partir de ahí, Matías Amat propuso dos alternativas. "Podemos hacer una de dos cosas: 1. Participar con 25 millones de dólares (unos 17 millones de euros) sin consejo (se queda en el financiero). 2. Participar con 50 millones de dólares (unos 35 millones de euros) con consejo (tiene que ir a la ejecutiva, salvo que hagamos la trampilla de romper la operación en dos: primera operación de 35 millones de dólares (25 millones de euros, límite del financiero). Operación a la semana siguiente de 15 millones de dólares (10 millones de euros) también en el financiero. Intentaré esta segunda a ver como me va".
Limitado al comité financiero
El director general de negocio asegura que "se queda en el financiero" en referencia al comité financiero. Se trata de no tener que informar ni a la comisión ejecutiva, donde participan miembros del consejo de administración, ni por supuesto al máximo órgano rector. Blesa le respondió 25 minutos después con otro correo en el que daba su visto bueno. "Mañana lo hablaremos y tomaremos una decisión", le indicó a su número dos.
Fue una operación similar a la de la adquisición del banco de Florida. En 2008 Caja Madrid compró un 83 por ciento por 927 millones de dólares, dejando el resto para 2010. Según el Banco de España, "esta forma de instrumentar la compra permitió eludir el preceptivo control de la Consejería de Economía de Madrid para las operaciones que rebasan un determinado porcentaje de los fondos propios".