Andalucía

Fibra de carbono y UAV: del dicho al hecho

Tras abandonar el mantra de que Andalucía es líder europeo en fibra de carbono, la nueva matraca de la Junta es que lo somos en UAV. Ni lo uno, ni lo otro.

Hace unos cinco años que los responsables de la Junta de Andalucía, cuando organizaban algún evento aeronáutico, decían: en la aeronáutica andaluza "somos punteros en las tecnologías de fibra de carbono". Los jefecillos de EADS disimulaban a lo Gila, mirando de un lado a otro como diciendo: "¡Que nadie se apunte esooo!".

Solo cuando es evidente que no hay en la región ni un 10 por ciento de lo que hay en la planta de fibra de carbono de Airbus en Toledo han dejado por fin de hacer el ridículo. Pero ahora tienen otra retahíla: "Somos líderes en UAV", que son aviones no tripulados. Pero como dice el dicho popular, siempre salta un cojo. De las regiones de España con presencia aeronáutica precisamente en Andalucía es donde no hay ni una empresa que fabrique UAV, salvando los casos honrosos de las empresas que compran el UAV y le ponen sus pegatinas.

Hay cuatro o cinco empresas que tienen este producto, y no hay más porque aún no están autorizados a volar. Están en Madrid, Cataluña, Euskadi, pero no en Andalucía. Entonces es cuando uno rebusca por internet para ver qué hay de nuevo y tropieza con dos joyas que son las que, al parecer, nos colocan en la punta de lanza de los UAV.

La primera un proyecto de construir, en mitad de un océano de olivos (Villacarrillo, Jaén), un centro experimental de no tripulados. Se trata de ladrillo: terrenos, pista de 800 metros, hangar y torre. La idea del negocio es alquilar el uso de las instalaciones y del espacio aéreo para que las empresas que desarrollan UAV puedan perfeccionar no ya el avión, sino sus tripas, o sea los sistemas que van dentro y que varían de un cliente a otro. Por cierto que tampoco hay en Andalucía empresas diseñando y fabricando esas tripas. Y la pregunta es evidente: con lo mal que está la Junta de Andalucía de fondos en estos tiempos, ¿cómo es que han aprobado algo que servirá para que las empresas de fuera de Andalucía se desarrollen? ¿De dónde viene este 'altruismo regional'?

La segunda es exactamente el mismo proyecto, pero a lo bestia, y digo a lo bestia porque multiplica por diez el dinero que quieren enterrar, por tres la longitud de la pista y por narices el impacto medioambiental. Porque lo ponen nada menos que en Doñana. ¡Sin complejo alguno, de Bilbao oiga! Pero, ¿es que no hay nadie con sentido común por aquí?

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky