Empresas y finanzas

El presidente de Mercadona, Juan Roig, rechazó entrar en Pescanova

El presidente de Mercadona, Juan Roig. Foto: Archivo

El presidente de Mercadona, Juan Roig, ha declinado una oferta de Pescanova para entrar en su capital. Fuentes próximas a la compañía han confirmado a elEconomista que en las últimas semanas se han producido contactos con distintos fondos y empresas del sector para buscar una recapitalización. Entre ellos, según estas fuentes, estaba Atitlán, la firma de inversión controlada por la familia Roig y que encabeza su yerno, Roberto Centeno, que sin embargo ha declinado la oferta.

"Atitlán está desinvirtiendo en el sector agroalimentario y considera que este no es el momento de entrar en Pescanova", aseguró ayer un portavoz de la firma. De hecho, en lo que va de año Atitlán ha vendido ya Ibersnacks, Dafsa, Bynsa y Naturvega, interproveedores en todos los casos de Mercadona. Ibersnacks es una compañía de aperitivos, Dafsa es de zumos y salsas; Bynsa de alimentos para mascotas y Naturvega es productor de ensaladillas.

Sin embargo, los contactos con Mercadona no se limitan sólo a una posible entrada en el capital por parte del fondo de la familia Roig. Deloitte, el administrador concursal, ha solicitado también a la compañía valenciana, uno de sus principales clientes, la posibilidad de adelantar los pagos para poder así tener más tesorería. Es una medida que se está negociando también con otras cadenas de distribución, a la espera de una respuesta definitiva por parte de la mayoría de ellas, que parece a priori muy complicada. Con el objetivo de encontrar nuevos accionistas, y ante la negativa de Roig, Deloitte está contactando también con otros fondos de inversión como Centerbridge o Fidelity e incluso con compañías del sector, como la empresa de congelados alemana Dr. Oetker, segundo accionista de Damm con un 25 por ciento del capital, que sí que habrían mostrado un cierto interés ante una posible entrada en el capital de Pescanova. De los tres, Fidelity tiene ya un 1 por ciento de la compañía, que adquirió nada más estallar la crisis el pasado mes de febrero.

Interés de 28 fondos

En total, según aseguraba Deloitte en su informe concursal, hay 28 fondos que han mostrado su interés por desembarcar en el capital de la empresa y participación en su reestructuración. A la espera de nuevos socios, el presidente de la compañía, Juan Manuel Urgoiti, se reunió ayer con la banca acreedora para negociar una posible condonación de la deuda. Pero el mensaje que le transmitieron las entidades financieras fue contundente: "No habrá quita en Pescanova". Eso después de que el propio Urgoiti asegurara el pasado martes que si no había una quita del 75 por ciento de la deuda, la empresa sería liquidada.

Las fuentes financieras consultadas por este periódico aseguran que, aunque es cierto que hay alguna entidad que ha planteado la posibilidad de rebajar la quita hasta el 50 por ciento, la postura de los siete bancos que pilotan la negociación -NGC Banco, Sabadell, Bankia, Caixabank, Popular, Santander y BBVA- no es esa. "De entrada, hemos dicho que no a la quita. Nosotros apostamos por capitalizar deuda, entrar en el accionariado y asumir la gestión", aseguran estas fuentes.

Asesor financiero

Las entidades financieras nombrarán en breve un asesor para llevar a cabo las negociaciones. Entre los nombres que están sobre la mesa figuran Ernest&Young, KPMG o Rothschild. La banca quiere esperar, en cualquier caso, a que PricewaterhouseCoopers acabe el informe de viabilidad que se la ha encargado para conocer las posibilidades de futuro de la empresa. En principio, se espera que dicho informe pueda estar terminado a finales de septiembre.

Reflotar Pescanova no es una tarea fácil, sobre todo porque el nuevo presidente se encuentra con dos graves problemas por delante que debe solucionar cuanto antes. El primero es que hay un desfase patrimonial de más de 1.600 millones de euros que se debe corregir para evitar que la empresa entre en causa de disolución, es decir que hay que buscar nuevos accionistas dispuesto a inyectar dinero.

Pero de forma paralela, debe alcanzar un acuerdo con los acreedores. La lista hecha pública por Deloitte en el informe concursal eleva a casi 500 la lista de empresas y entidades a las que Pescanova debe dinero. La deuda se eleva en total a 3.640 millones de euros, lo que imposibilita el normal funcionamiento de la compañía.

De acuerdo con los primeros cálculos realizados por el administrador concursal, Pescanova sólo podrá ser viable si la deuda se reduce a un franja de entre 500 y 600 millones de euros como mucho.

El expresidente de la sociedad, Manuel Fernández de Sousa, que deberá comparecer como imputado en la Audiencia Nacional el próximo mes de octubre, dejó tan sólo 30.000 euros en tesorería y 7 millones en las cuentas corrientes en los bancos. Pescanova logró en junio un crédito de urgencia de 56 millones de euros, pero ya sólo le quedan 26 millones. Tiene liquidez tan sólo hasta final año para mantener la actividad.

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