Economía

Los españoles suspenden en planificación financiera

Foto: Archivo

Las familias españolas tienen dificultades para gestionar su economía doméstica. La causa hay que buscarla, cómo no, en la crisis, pero no solo en la drástica caída de ingresos sufrida por una buena parte de los hogares, sino por la falta de cultura financiera.

Un dato: el 29% de los españoles reconoce que solo sería capaz de ahorrar para la jubilación si, por ejemplo, estuviera exigido legalmente, según la última oleada de la Encuesta de la Actitud de los Consumidores (Consumer Attitudes Survey, CAS) que realiza el Instituto Aviva de Ahorro y Pensiones, a través del análisis de parámetros relacionados con el ahorro en diez países de todo el mundo.

Se trata de un porcentaje ligeramente superior a la media europea y supone un aumento de tres puntos con respecto al mismo período del año anterior. El mismo estudio señala que solo un 5% de los españoles se siente tranquilo respecto a sus ahorros de cara a la jubilación, mientras que dos de cada tres estaría preocupado por no contar con el suficiente dinero para mantener un nivel de vida adecuado tras abandonar el mercado laboral.

Esta circunstancia y la coyuntura económica actual sitúan a España como el país europeo en el que los ciudadanos estarían más dispuestos a trabajar, a tiempo parcial o completo, después de la jubilación. De hecho, un 44 por ciento de los encuestados está de acuerdo con alargar su vida activa, un 8 por ciento más que la media europea.

Los datos del último CAS corroboran los obtenidos en las oleadas precedentes respecto al conservadurismo de los ahorradores españoles. Y coinciden con los de otros informes, como el último Barómetro del Ahorro del Observatorio Inverco 2013, el tercero realizado por la patronal de gestoras de inversión. El ahorrador español es conservador y cortoplacista, según el Barómetro, e invierte su capital con la mirada puesta principalmente en dos objetivos concretos: cubrir imprevistos y complementar la jubilación pública. Y esto en el mejor de los casos, porque lo que realmente se desprende del CAS es la escasa cultura financiera de la sociedad española. Y también que la crisis está despertando el interés sobre el tema. De hecho, siete de cada diez sostienen que la vida es, en general, más arriesgada de lo que lo era en el pasado.

Ahorrar sin riesgos

De momento, esta percepción se traduce en hábitos de ahorro que denotan aversión al riesgo en sus decisiones financieras. Así, la mayoría (54%) prefiere mantener su dinero de forma accesible en lugar de comprometerlo a largo plazo y solo un 15% afirma sentirse preparado para aceptar un nivel de riesgo mayor en sus ahorros o inversiones para conseguir un retorno mayor, lo que supone nueve puntos menos que la media de los países del CAS (Estados Unidos, China, India, Singapur, Reino Unido, Irlanda, Francia, Italia, Polonia y España).

A pesar de la preocupación por el futuro, uno de cada tres españoles sostiene que apenas planifica sus finanzas personales y el 31% afirma que la planificación financiera de sus ahorros se ha vuelto demasiado compleja como para realizarla por sí mismos.

El CAS ofrece por primera vez los resultados de las encuestas que sirven de base al estudio separando las respuestas de hombres y mujeres. Las mujeres se muestran, en general, más preocupadas que los hombres (64% frente al 61%) y menos optimistas (solo un 18% considera que la situación económica mejorará frente a un 22 por ciento de los hombres).

Las pensiones privadas no despegan

La crisis económica se ha dejado notar en los hábitos de ahorro de las familias españolas. Ha hecho disminuir su nivel en el 80% de los hogares en los últimos cinco años. A pesar de todo, el 45% de ellos consigue ahorrar, aunque sea poco. Pero la principal diferencia del ahorro entre las familias españolas y europeas no está en la cantidad, sino en el vehículo elegido para hacerlo: solo el 11,8% de los españoles conciben un seguro de vida como protección familiar, según el Libro Blanco 'La protección familiar en España y el seguro de vida', realizado por el Instituto de Estudios Sociológicos, Análisis e Investigación de la Universidad Rey Juan Carlos.

La industria de los planes de pensiones privados no termina desde luego de despegar en España. No es casualidad que nuestro país se encuentre a la cola en el ranking de contratación de seguros de vida. En términos de volumen de primas per cápita apenas supera los 1.200 dólares, frente a los 1.800 de Francia, los 1.900 de Alemania o los 4.000 de los Países Bajos.

Precisamente en países como Holanda, Reino Unido o Dinamarca cerca de la mitad del ahorro financiero de las familias está basado en fondos de pensiones y seguros, frente a un 14% en España. Eso sí, el 90% de los españoles se muestran preocupados por el futuro de las pensiones públicas, según el estudio Las pensiones y los hábitos del ahorro en España del Instituto BBVA de Pensiones, una inquietud que aumenta conforme se acerca el momento de jubilarse. Y aunque 9 de cada 10 españoles otorga al Estado la responsabilidad sobre su jubilación, para cerca del 40% la responsabilidad es compartida entre Estado y ciudadano, incluso entre Estado, ciudadano y empresa, según el informe.

El margen de ahorro también es escaso: el 54% de los consumidores que cuentan con un plan privado de pensiones aporta menos de 1.000 euros al año.


El borrador del proyecto de real decreto que actualizará la normativa sobre planes de pensiones -y otros productos como seguros privados- trae una buena rebaja en las comisiones que cobran las gestoras. La comisión máxima de gestión se rebajaría del 2 al 1,5%, y la del depósito, del 0,5 al 0,25. Es una de las medidas del Gobierno para hacer más atractivo el tratamiento fiscal de los planes de pensiones y mejorar su liquidez. De los 622 planes de pensiones que se comercializan en España desde hace diez años solo han batido a la inflación el 42%; el 58% restante no cumple con lo que debería ser la regla de oro de este tipo de productos.

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