
Tal y como sucedió el año pasado, las vacaciones del presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, han sido más cortas de lo habitual. Primero, la interrupción para despachar con el rey Felipe VI en Palma de Mallorca y, desde ayer, vuelta al trabajo como anfitrión de Ángela Merkel.
Aunque la visita tiene el apellido de informal, Rajoy aprovechará la estancia de la canciller alemana para acabar de apuntalar el futuro de Miguel Ángel Cañete y Luis de Guindos en Europa. Aunque la presidencia del Eurogrupo se da por segura para Guindos, queda por definir si este cargo será o no compatible con el ministerio, al igual que la elección de Cañete para una comisaría europea de peso.
El paso de Merkel por Galicia se produce apenas una semana antes del Consejo de Europa donde se repartirán los cargos de los órganos comunitarios. Pero antes de esta cita, donde España debe recuperar parte del peso perdido en Europa, el Gobierno en pleno estrenará curso político. No en vano, en apenas cinco días se reunirá el Consejo de Ministros, donde el Ejecutivo empezará esta nueva temporada política con reformas en la ley concursal, para evitar la liquidación de empresas y agilizar los procesos, y un análisis de la reforma de las administraciones.
Con la visita de Merkel, propuesta hace unos días por ella, Rajoy reanuda la actividad con una agenda del máximo nivel y, seguramente, con los elogios de la canciller a las reformas españolas.
El encuentro entre Rajoy y Merkel tuvo ayer también su parte lúdica, pues compartieron los dos solos seis kilómetros del Camino de Santiago. La canciller germana fue recibida en Lavacolla a pie de avión por el presidente del Gobierno y por el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, quien retomó su agenda oficial tras las vacaciones estivales para recibir a Merkel. Hasta la terminal también acudió el delegado del Gobierno central, Samuel Juárez.
Tras este saludo, los jefes de los gobiernos español y alemán se trasladaron en coche hasta un punto del Camino Francés, en concreto en Pedrouzo, capital de O Pino, para realizar un tramo de la ruta. Desde allí iniciaron su peregrinación por caminos alejados de carreteras asfaltadas para evitar la mirada de los curiosos. En las inmediaciones del Aeropuerto de Lavacolla ambos pusieron fin a su travesía.
La primera jornada del encuentro compostelano entre Merkel y Rajoy terminó con un breve paseo por la ciudad histórica y una cena privada. Antes fueron saludados por la máxima autoridad local en Santiago, el regidor, Agustín Hernández, en el Hostal de los Reyes Católicos. El encuentro bilateral de trabajo hispano-alemán continúa hoy con una reunión privada entre la delegación española y germana en la que intentarán poner en común los nombramiento en las instituciones europeas. Una vez terminada tendrá lugar la única conferencia de prensa con los medios de comunicación. Tras ella, realizarán una visita a la Catedral donde presumiblemente verá el botafumeiro en acción.
Esta reunión se produce después de una visita relámpago el sábado de Ángela Merkel a Ucrania, en la que ha puesto sobre la mesa un paquete de ayuda de 500 millones de euros para poder reconstruir un país que ha sido devastado por la guerra. Y en un día muy especial, el Día de la Bandera Estatal y justo el anterior a la celebración del Día de la Independencia.
Un anuncio que también supone un apoyo al régimen de Ucrania que lidera el presidente Petró Poroshenko, que fue el encargado de informar de esta ayuda propuesta por Merkel. El propósito de la canciller es impulsar un plan que facilite el fin del conflicto que enfrenta a fuerzas gubernamentales y separatistas en el este de Ucrania. Merkel defiende la integración territorial en Ucrania y cree que la anexión de Crimea por parte de Rusia fue una violación de ésta.
La visita se produjo en un momento difícil con tensiones entre los gobiernos de Kiev y Moscú, tras la entrada hacia Lugank, el pasado viernes, del convoy de ayuda humanitaria antes de que obtuviera el visto bueno final de los ucranianos.