
El grupo Eroski ha firmado la refinanciación de su deuda, que en conjunto se eleva a 2.515 millones, con entidades financieras acreedoras que representan el 95% del total, según comunicó esta noche a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía tenía que cerrar el acuerdo antes del sábado, tal y como adelantó elEconomista el 8 de enero, porque era el día que vencía el standastill firmado con los bancos para que no exigieran los pagos.
Tal y como se había acordado antes del verano se han establecido varios tramos. Hay un de deuda senior, con vencimientos en 2019 y tipos de interés entre el 2,5 y 5 por ciento, en función de la generación de caja de la compañía.
Otro tramo, por 300 millones, que está ligado a desinversiones, tiene fecha de vencimiento en 2016, con una carencia de seis meses.
Hay asimismo un tercer tramo, de deuda no estructural, por 948 millones y vencimiento también en 2019, con una carencia de 12 meses y un tipo de interés del 3,75 por ciento. Es un tramo que queda ligado a la mejora del Edbitda (generación de recursos) y al cumplimiento del plan de negocio acordado.
Asimismo, se ha firmado un tramo de 105 millones de deuda inmobiliaria y una línea de crédito de circulante hasta 2019 de 371 millones.
Canje de las AFS
La refinanciación permitirá llevar a cabo la operación de canje de las Aportaciones Financieras Subordinadas (AFS), que tendrá que ser aprobada por la asamble de Eroski, prevista para el 18 de febrero.
Los nuevos bonos tendrán vencimiento a 12 años (frente a la perpetuidad de las AFS actuales). Los suscriptores que acudan al canje deberán asumir una quita del 30 por ciento de su valor.
En el momento de canje recibirán un 15 por ciento de su valor en metálico y los bonos resultantes equivaldrán al 55 por ciento de lo invertido en AFS. La rentabilidad de los bonos será Euribor más tres puntos.