Economía

España quiere eliminar paro y deuda del examen macroeconómico europeo

  • Cree que el desempleo no es un valor exacto para alertar sobre riesgos futuros

Los presidentes de las instituciones europeas preparan para junio un documento con el que quieren planificar las reformas para mejorar la gobernanza económica de la UE en el próximo año y medio. El Gobierno español quiere aprovechar esta revisión para modificar sustancialmente los instrumentos de vigilancia económica que más le perjudican.

Así, quiere eliminar el desempleo y la deuda, además de otros indicadores sociales, del procedimiento de desequilibrios macroeconómicos con el que la Comisión Europea mide la salud de la economía de los estados miembros.

La propuesta española, preparada por la Oficina Económica de Moncloa y a la que ha tenido acceso elEconomista, propone simplificar reducir a tan sólo dos indicadores el control de los desequilibrios macroeconómicos: el balance por cuenta corriente y la competitividad. Esta evaluación macroeconómica desempeña un papel fundamental en la gobernanza económica de la UE, ya que supone la base para la elaboración posterior de las recomendaciones de Bruselas a los Gobiernos nacionales, en caso de que los planes de reformas enviados por las capitales no corrijan los desequilibrios detectados.

Deuda, al Pacto de Estabilidad

El texto de Moncloa argumenta que los aspectos fiscales (como la deuda) son cubiertos con "más exactitud" por el Pacto de Estabilidad, mientras que la consideración del paro y otros aspectos sociales "no son exactos, ya que no constituyen indicadores de alerta temprana".

"Una coordinación de políticas debidamente justificada puede ser más intensa de lo que es ahora", dice el documento español. Sólo Alemania, Francia, Italia y Portugal han enviado contribuciones al proceso de revisión de la gobernanza, que lideran los presidentes de la Comisión, el Consejo Europeo, el Banco Central Europeo y el Eurogrupo.

El Gobierno español subraya que los desequilibrios externos son "la principal amenaza para la estabilidad de la Unión Económica y Monetaria (UEM)", y están "en el mismísimo corazón de la crisis". Por lo tanto, para que el procedimiento de control cumpla "eficientemente" su papel como sistema de alerta temprana se debería centrar en el balance por cuenta corriente y en el tipo de cambio real efectivo. Este test de ciertas variables económicas se creó en plena Gran Recesión justo para minimizar el riesgo de crisis futuras.

Estos indicadores ya forman parte del procedimiento actual, pero están "diluidos" al ser parte de un paquete de once valores, y al depender de "juicios vastos y complejos", dice la propuesta española.

El Parlamento Europeo lleva tiempo defendiendo la simplificación del sistema de gobernanza europeo, que consideran especialmente barroco, e imposibilita la aplicación de las reformas en las capitales. Sin embargo, la eurodiputada Pervenche Berés, encargada del informe de la Eurocámara sobre la reforma, dice que "no es justo" que España proponga un cambio interesado por el alto paro que registra. Nuestro país continúa con la segunda tasa de desempleo más elevada de la UE (23,4 por ciento), sólo superada por Grecia (26 por ciento).

"Si la Comisión tiene que analizar las reformas estructurales, el nivel de desempleo, sobre todo en España, puede ser muy importante para evaluar el impacto de los cambios", dice la socialista francesa.

Toques de atención

Un alto funcionario del Gobierno español declinó hacer comentarios, al indicar que el texto forma parte de la comunicación privada entre Administraciones. Desde que se introdujo el procedimiento de desequilibrios macroeconómicos, España ha estado siempre en la picota, como una mayoría de socios europeos. En el caso de nuestro país, los indicadores llegaron hasta niveles excesivos en el campo del desempleo y de la deuda pública y privada. El Ejecutivo comunitario ha mejorado su evaluación macroeconómica de nuestro país y en el último ejercicio España escapó de la zona roja.

Sin embargo, el informe estaba plagado de avisos serios. La Comisión indicó que el elevado nivel de endeudamiento público y privado genera "riesgos para el crecimiento y la estabilidad financiera", y descartó que España pudiera rebajar la deuda sin más ajustes. Además del elevado desempleo juvenil, el documento también avisó que el paro de larga duración corre el riesgo de convertirse en estructural, mientras que la segmentación del mercado de trabajo continúa siendo un desafío para la productividad española.

El número de indicadores no es la única crítica del Ejecutivo español al test europeo. Madrid piensa que el procedimiento está "excesivamente" orientado hacia el análisis pasado, al tener en cuenta como referencia temporal periodos anteriores de tres años. En su opinión, esta mirada hacia atrás impide el diagnóstico temprano de tendencias sobre la economía.

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