
Hong Kong es uno de los países más desarrollados del mundo. Su renta per cápita es similar a la del Reino Unido (unos 30.000 euros), su Índice de Desarrollo Humano (IDH) es nivel 'muy alto' (0,891) mientras que el de España, por ejemplo, es 0,869. A pesar de ello parece que los jubilados de este país asiático no tienen asegurado el coste de su vida.
Según publica el portal financiero Bloomberg, la pensión pública que garantiza el Estado no es suficiente para cubrir el coste de la vida de los jubilados en muchos casos. Ante esta situación, la población que ya no está en edad de trabajar debe recurrir o bien a sus hijos o a buscar empleo, ya tengan 65 u 80 años.
Bloomberg entrevista a Wong Siu-ying, una anciana de 79 años que trabaja repartiendo publicidad y panfletos para poder sobrevivir. Y es que la pensión pública (284 dólares) no es suficiente, dos terceras partes se esfuman con el pago del alquiler, mientras que el resto no cubre la compra de comida y demás gastos.
Barrer calles o repartir panfletos
Wong sólo es un caso de tantos que están surgiendo en las calles de uno de los países asiáticos más ricos. Son muchos los ancianos que se dedican a barrer calles, a reciclar o a repartir publicidad para complementar la escasa pensión pública. Con esta imagen convive la del Hong Kong como país con más Rolls Royce per cápita del mundo.
Leung Chun-ying, el actual gobernador de Hong Kong, tiene entre sus principales preocupaciones el creciente envejecimiento de la población. Hong Kong tiene la mayor esperanza de vida del mundo, mientras que la natalidad se contrae, según los organismos internacionales en el año 2050 el país asiático podría tener al 42% de su población por encima de los 65 años, una cifra mayor que la de Japón.
Hong Kong ha fijado en las últimas décadas su mirada en Singapur, país al que intentan 'imitar' en varios sentidos por su gran desempeño económico en los últimos años. Singapur ya ha tomado medidas para fortalecer sus programas de Seguridad Social, lo que ha ayudado a disparar la deuda pública del país al 106% del PIB.
Hong Kong quieren mantener sus cuentas públicas equilibradas, aunque por el momento tienen margen para implementar políticas de protección social, ya que el país ha estimado un superávit del 2,8% sobre el PIB para el pasado 2014 y las previsiones no distan mucho para el próximo año.
Marcella Chow, economista de Merrill Lynch en Hong Kong, explica que "es esencial que el Gobierno tome medidas para intentar sofocar las presiones que están surgiendo de los ancianos y para luchar contra el retroceso de la fuerza laboral".
Aunque a día de hoy mantener el nivel de vida de los jubilados plantea un reto para las autoridades de Hong Kong, parece que en el futuro el problema puede agravarse más todavía. Según una encuesta realizada por Fidelity Worldwide Investment, uno de cada cinco trabajadores entre 30 y 40 años no tiene ningún plan de pensiones abierto.