
El banco central de Rusia ha decidido subir los tipos de interés en 150 puntos básicos, desde el 8% hasta el 9,5%, con el objetivo de frenar el desplome de su moneda, controlar la inflación y la desestabilización provocada por la caída del petróleo.
El movimiento ha sido más agresivo de lo esperado, ya que los analistas esperaban una subida más modesta, hasta el 8,5%. Se trata del cuarto ascenso desde que la institución gobernada por Elvira Nabiullina introdujera el tipo de referencia hace 13 meses. El pasado mes de julio, el Banco de Rusia elevó los tipos del 7,5% al 8%, en un movimiento que sorprendió al mercado en plena tensión por el conflicto de Ucrania.
Caída del rublo e inflación
"Entre septiembre y octubre se han producido cambios significativos en las condiciones externas, incluyendo la considerable caída del precio del petróleo y sanciones más estrictas de algunos países europeos contra varias de las mayores compañías rusas" apunta el instituto emisor ruso.
Como consecuencia de este empeoramiento del entorno, el Banco de Rusia señala que se ha producido una mayor depreciación del rublo (que cede casi un 40% frente al dólar en un año) que, sumado a las restricciones a la importación de determinados alimentos, ha provocado una aceleración de la inflación. De hecho, la tasa de inflación estimada alcanzó el 8,4% anual, con un alza del 11,4% en el precio de los alimentos en septiembre, frente al 10,3% de agosto.
"Las estimaciones del Banco de Rusia contemplan que la inflación se mantendrá por encima del 8% hasta el final de 2014 y el primer trimestre de 2015", indicó el instituto emisor ruso, que "continuará adoptando medidas para frenar el alza de los precios de acuerdo con el objetivo de inflación del 4% a medio plazo".
Nabiullina se ha visto forzada a actuar este año desde que comenzaran las hostilidades en Ucrania el pasado mes de marzo para intentar contener la inflación, evitar la fuga de capitales que sufre Rusia y detener el desplome del rublo. La defensa de la moneda está reduciendo dramáticamente las reservas de divisas rusas, que actualmente se sitúan en 439.100 millones de dólares, cerca de sus mínimos de cuatro años, según los datos de la agencia financiera Bloomberg.
Acuerdo por el gas
Precisamente ayer, Rusia, Ucrania y la Unión Europea firmaron dos acuerdos para solucionar la crisis del gas que amenazaba con afectar al suministro este invierno. Las partes acordaron que la deuda que tiene pendiente Ucrania con Rusia por las importaciones de gas asciende a 3.100 millones de dólares que Kiev pagará en dos tramos.
La ucraniana Naftogaz está lista para pagar 1.450 millones de dólares a Gazprom como pago parcial del suministro de noviembre y diciembre del año pasado y del comienzo de este año. El segundo pago será de 1.650 millones de dólares, una cifra que corresponde a las importaciones de gas ruso desde comienzos de año hasta junio, cuando Moscú cortó el suministro a Kiev por impago.
Una vez que Ucrania satisfaga los pagos por la deuda acumulada, Rusia se compromete a rebajar en 100 dólares (de 485 dólares a 385 dólares por cada 1.000 metros cúbicos) el precio del gas ruso hasta finales de marzo.