
Más de cuatro meses después de las elecciones, el bloque conservador de la canciller Angela Merkel y el Partido Socialdemócrata (SPD) se afanaban ayer, a última hora de la tarde, por limar las últimas asperezas para concretar la Gran Coalición. Al cierre de esta edición, ambas partes seguían reunidas, aunque la prensa alemana daba por seguro el éxito de las conversaciones y que, hoy por la mañana, conservadores y socialdemócratas puedan comparecer para anunciar y presentar el pacto alcanzado.
Según la revista Der Spiegel, el documento del acuerdo de coalición se compone de 167 páginas, divididas en 14 capítulos. El escrito se abre con política europea bajo el título Una nueva partida para Europa y, según reza el texto, recogido por el semanario, "Alemania le debe infinitamente a Europa y esa es una de las razones por las cuales debemos estar comprometidos con su éxito".
Tanto conservadores como socialdemócratas se comprometieron a fortalecer la capacidad de la Unión Europea -también en lo financiero- ya que, según continúa el documento, "para Alemania, una Europa fuerte y unida es la mejor garantía para un buen futuro en paz, libertad y prosperidad".
De ahí, se continúa al resto del acuerdo que se enmarca bajo el epígrafe Una nueva dinámica para Alemania. En este apartado, y entre los puntos consensuados a lo largo de los últimos días, destaca el pacto para la estabilidad de las pensiones, mejoras para la atención a la dependencia e inversiones de 11.000 millones de euros en educación, lo que exigirá reformar la Constitución.
Ambos bloques también apostaron por fomentar la digitalización del país, con inversiones de hasta 12.000 millones de euros y, previamente, se alcanzó un consenso en una de las áreas más conflictivas, la de la política migratoria y de refugiados. En el área de vivienda, se aprobaron medidas para frenar la subida de los alquileres, ayudas para familias con hijos y 2.000 millones de euros públicos para la construcción de viviendas sociales.
No obstante, ayer por la tarde seguían sobre la mesa de discusiones las dos reivindicaciones que reclama el SPD y que pasan por acabar con los contratos temporales injustificados y garantizar la igualdad de trato en la asistencia sanitaria pública y privada.
Antes del inicio de la reunión, Merkel reconoció que ambas partes deberán hacer "dolorosas concesiones" para ultimar los detalles y concretar la coalición de gobierno. Una vez se cierre el acuerdo, el líder del SPD, Martin Schulz, iniciará una campaña interna para presentarlo a su casi medio millón de militantes, convocados a una consulta vinculante que deberá dar la luz verde definitiva a una nueva gran coalición.