
La soledad de las personas ha adquirido el relieve de un asunto de Estado en Reino Unido, donde la primera ministra Theresa May ha designado esta semana una cartera para tratar este problema social.
Una comisión gubernamental ha descubierto en una investigación que nueve millones de británicos se siente solos con frecuencia o siempre. El 75% de los ancianos del país viven solos, y 200.000 de ellos pueden pasar un mes sin mantener ninguna conversación con un amigo o familiar y sin ningún tipo de interacción social.
La OMS también había alertado hace meses de que el país con más índice de personas que se sienten solas en Europa es Gran Bretaña. Se considera que los habitantes británicos carecen de relaciones sociales en comparación con personas de otras regiones de la UE. Las conexiones sociales son esenciales para la felicidad humana. Hoy en día existen algunas campañas para tratar la soledad como un problema de salud importante y demostrar que tiene un papel capital en la salud.
"Quiero afrontar este desafío para nuestra sociedad y actuar sobre la soledad instalada entre los mayores, los que han perdido a seres queridos, las personas que no tienen a nadie con quien hablar o con quien compartir sus pensamientos y experiencias", explicó May el pasado miércoles tras designar a la nueva ministra.
Tracey Crouch estará al frente de esta nueva área gubernamental de trabajo, que continuará el proyecto iniciado por la diputada Jo Cox, asesinada en 2016 antes de la votación del Brexit. Su misión será seguir estudiando el impacto de la soledad en la salud de las personas y desarrollar políticas para amortiguar sus consecuencias en la vida de los británicos.
Causa enfermedades
La soledad no es sólo un estado emocional, sino que es el desencadenante de cambios genéticos que causan enfermedades y muertes prematuras, según expuso un estudio por primera vez en agosto de 2017. Puede resultar un problema de salud grave más mortal, en comparación, a la obesidad y tan peligrosa como el tabaquismo.
Estudios anteriores encontraron que el aislamiento social es un problema de salud importante y que puede aumentar el riesgo de defunción prematura hasta un 50 por ciento. En contraste, la obesidad aumenta la probabilidad de morir antes de los 70 años en un 30%, por lo que la soledad es más mortal que este desorden alimenticio. Según la última investigación, parece ser que el cuerpo produce una señal de estrés que afecta a la producción de los glóbulos blancos. Es por ello que las personas solitarias tienen una respuesta menos efectiva ante la exposición a sustancias perjudiciales para la salud.