
El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, ha comparecido este domingo en un discurso televisado en el que se esperaba que anunciara su dimisión, pero el mandatario africano, de 93 años, ha anunciado únicamente que presidirá el congreso de su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), previsto para diciembre, por lo que se mantendrá al menos hasta esa fecha en el poder.
Mugabe ha comparecido sentado y franqueado por comandantes del Ejército y algunos de los participantes en las negociaciones mantenidas en los últimos días, desde la toma del poder por parte del Ejército. Entre ellos estaba el religioso católico Fidelis Mukonori.
En su intervención, Mugabe ha reivindicado un "retorno a la normalidad" y ha reconocido las "preocupaciones" planteadas por el Ejército en las reuniones mantenidas tras la intervención militar. Así, Mugabe ha señalado que intervención está "provocada por las preocupaciones procedentes de su lectura de los asuntos de Estado en nuestro país y en el gobernante ZANU-PF", en referencia a su partido.
Precisamente este domingo, la ZANU-PF ha expulsado a Mugabe del partido y también han sido expulsados su esposa y posible sucesora, Grace Mugabe, y otros afines.
Mugabe ha explicado que durante una reunión con los militares mantenida este domingo, estos le han trasladado "varias cuestiones" que deben ser afrontadas. Además, ha reivindicado la "tradición de resistencia" del país y ha reconocido que la situación económica está pasando un "periodo difícil".
"El proceso de destitución sigue adelante"
El líder de los veteranos de guerra en Zimbabue, Chris Mutsvanga, ha asegurado que el proceso de destitución del presidente Robert Mugabe sigue adelante, ya que Mugabe no ha anunciado su dimisión en un esperado discurso este domingo.
Mutsvangwa ha indicado en un mensaje de texto remitido a la agencia de noticias Reuters poco después del final del discurso de Mugabe que la gente volverá a tomar las calles de Harare el miércoles.
El sábado una multitudinaria manifestación recorrió las calles de la capital para pedir la salida del poder de Mugabe en medio de una crisis política desatada tras la intervención del Ejército, que se ha hecho con el poder.
Ya el domingo, el partido de Mugabe, la Unión Patriótica Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) anunció la expulsión de Mugabe del partido y con él han sido expulsados también su mujer y posible sucesora, Grace Mugabe, y varios colaboradores afines.
La crisis que vive Zimbabue ha venido motivada por la decisión de Mugabe de cesar el pasado 6 de noviembre al vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, considerado su heredero tradicional. Mnangagwa contaba con un fuerte respaldo del Ejército y finalmente ha sido elegido este domingo presidente de la ZANU-PF y por tanto favorito para suceder a Mugabe.