Internacional

Kim Jong-un, el mayor desafío para los países de la región

  • Su misil nuclear sobrevolando Japón eleva la presión sobre EEUU
Recorrido del misil lanzado por Pyongyang sobre Japón. Infografía: elEconomista / Fuente: Reuters

El régimen de Corea del Norte ha lanzado un misil sobre el norte de Japón. Un hecho que según el primer ministro nipón, Shinzo Abe, constituye una "amenaza sin precedentes" contra su nación.

El presidente de EEUU, Donald Trump, sostiene que "todas las opciones están en la mesa" y señaló que el régimen norcoreano ha mostrado su "desprecio por los vecinos, las Naciones Unidas y los estándares mínimos de comportamiento internacional aceptable". En su conversación telefónica con Abe incidió en que EEUU respalda a Japón al cien por cien. Además, ambos líderes mostraron su deseo de querer involucrar a China y Rusia y el resto de la comunidad internacional "para intensificar la presión" sobre Corea del Norte.

Kim Jong-un dispone de una ventaja capital. Tiene la capacidad de atacar de forma muy rápida tanto a Corea del Sur como a Japón, ambos aliados de EEUU a quienes el Pentágono debe asistir en caso de agresión. Así, la situación de Corea constituye una ardua prueba para Trump ya que a diferencia de Siria donde recibió un apoyo expreso de Francia, Reino Unido y la mayoría de potencias regionales, así como el acuerdo silencioso de China, pocos coinciden en que una respuesta militar sea parte de la solución. La razón es que una intervención preventiva y un uso "quirúrgico" de la fuerza por parte de Washington resulta muy difícil de realizar y en Corea provocaría un ataque del norte no menos mortífero con artillería y armas convencionales (no nucleares) a zonas densamente pobladas en el sur. Ello, una alteración del equilibrio con consecuencias nefastas para todos los implicados.

Cuando en el pasado Corea del Norte ha lanzado cohetes sobre Japón, aseguraba que transportaban satélites. Sin embargo, este misil balístico, que cayó en aguas cercanas a la costa este de la isla Hokkaido, podría ser el primero con capacidad nuclear que ha lanzado fuera del país. Expertos sospechan que era un Hwasong-12, diseñado para transportar una gran carga explosiva nuclear de alcance intermedio. Es el primero desde 2009 que ha sobrevolado Japón, tras el que recorrió un distancia superior a 2.700 kilómetros y cayó en el mar a unos 1.180 kilómetros del cabo de Erimo, en el extremo nororiental del archipiélago japonés.

El nuevo ensayo tuvo lugar después de que Pyongyang lanzara tres proyectiles balísticos de corto alcance a las aguas del mar de Japón, y tras probar el mes pasado dos misiles balísticos intercontinentales. Y se trata de la provocación más grave y directa que el régimen norcoreano ha llevado a cabo en sus casi tres décadas de pruebas, según lo ha calificado el ex embajador norteamericano Christopher R. Hill.

Es significativo que Pyongyang haya elegido Japón y no el territorio estadounidense de Guam. Quizá la razón sea que una prueba cerca de Guam presionaría sobremanera a Trump para responder y con Japón queda una salida aunque el margen de maniobra de EEUU es cada vez menor. De momento lo que considera es un despliegue estratégico en Corea del Sur para contrarrestar la amenaza del Norte

Programa nuclear

El programa nuclear y de armas está avanzando a un ritmo alarmante. Ha sido el decimotercer lanzamiento de un misil balístico por Pyongyang en lo que va de año, el primero de los cuales, realizado el 4 de julio, llevó a que la ONU aprobara un paquete de nuevas sanciones, con lo que las pruebas de alcance intermedio o intercontinental se están llevando a cabo cada cuatro o seis semanas.

Asimismo inquieta que el lanzamiento por primera vez haya sido efectuado desde Sunan, cerca de Pyongyang, lo que significa que incrementa el número de lugares disponibles para llevarlos a cabo.

En este sentido, una resolución del Consejo de Seguridad prohíbe que Corea del Norte lleve a cabo programas de desarrollo de armas y misiles nucleares por lo que EEUU, Corea del Sur y Japón han pedido una reunión urgente del máximo órgano de Naciones Unidas en respuesta al nuevo lanzamiento. Recientemente EEUU y Corea del Sur cumplieron su ejercicio anual conjunto. Los dos aliados presentaron estas operaciones como defensivas, si bien para Pyongyang significan una provocación y cada año amenaza con represalias militares.

Además, el gobierno de Corea del Sur reaccionó llevando a cabo maniobras de bombardeos aéreos. Desplegó cuatro cazas F-15K que lanzaron bombas sobre un objetivo situado cerca de la frontera desmilitarizada que separa los dos países. El objetivo: "mejorar las capacidades de destruir el liderazgo enemigo", según advirtieron portavoces de las fuerzas surcoreanas afirmando que Corea del Norte se enfrentará a represalias si continúa con sus ensayos armamentísticos.

Respuesta comedida de China

Mientras responde con firmeza militar a los ensayos armamentísticos, el Gobierno surcoreano insiste en que buscará el diálogo con el Norte. El Ejecutivo hace esfuerzos diplomáticos para resolver el problema nuclear de forma pacífica como ha afirmado el ministro de Unificación de Seúl.

Por su lado, China sigue apostando por diálogo y consultas. Pekín considera que las sanciones "no pueden solucionarlo todo". No obstante, para los inquietos vecinos lo sucedido es una señal de que la diplomacia no obtiene resultados. Creían que China tomaría medidas contra su aliado y ven que esa estrategia no está funcionando.

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