
La Casa Real británica ha anunciado la retirada de la vida pública del duque de Edimburgo desde el próximo otoño, cuando ya tendrá 96 años. La noticia acaba con las especulaciones que surgieron después de que esta madrugada se convocara a todo el personal a su servicio para un anuncio inminente de "reformas". Aquí, el comunicado (.pdf)
"El duque de Edimburgo ha decidido que no seguirá participando en compromisos públicos a partir del otoño de este año. Para tomar esta decisión cuenta con el pleno apoyo de la reina", ha informado la Casa Real en el comunicado en el que se asegura que "cuenta con el total apoyo de la reina".
Así, el consorte de la reina asistirá hasta el próximo mes de agosto a los compromisos "previamente acordados", tanto a nivel individual como acompañando a la reina. "A partir de entonces, el duque no aceptará nuevas invitaciones para visitas y compromisos, aunque podría todavía elegir asistir a algunos eventos públicos de vez en cuando". Felipe de Edimburgo es presidente, patrón y miembro de 780 organizaciones a las que seguirá vinculado pero sin participar activamente en ninguno de los actos que convoquen.
Por su parte, la reina Isabel II "seguirá manteniendo un programa completo de compromisos oficiales" con el pleno apoyo de miembros de la familia real.
Abdicación, salud y Brexit, primero rumores
El Palacio de Buckingham no hizo ningún comentario oficial previo al anuncio, aunque sí filtró un mensaje de tranquilidad ante la proliferación de sospechas: "no hay motivo de alarma". Lord Chamberlain, el más alto consejero de la Casa Real, convoca encuentros en el palacio real con una frecuencia por lo menos anual, pero lo poco común del llamamiento a altas horas de la noche despertó las alertas.
Los rumores saltaron a primera hora de la mañana cuando especuló con la posibilidad de que se tratara de un asunto vinculado a la salud de la propia Isabel II (91 años) o su marido, Felipe de Edimburgo (95 años), aunque esa posibilidad está ya descartada. El estado de salud de la monarca- la más longeva en la historia británica y la jefa de Estado de mayor edad de todo el mundo que ostenta el cargo desde 1952- preocupó a la sociedad británica el pasado mes de diciembre, cuando estuvo más de 10 días sin participar en acto alguno pese a la apretada agenda de la monarca.
El Brexit también se llevó parte de esos rumores. La reina Isabel II de Inglaterra se reunió el miércoles con la primera ministra británica, Theresa May, para aprobar la disolución del Parlamento por la convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo 8 de junio, lo que alentó las especulaciones sobre el motivo de la convocatoria.
Sin embargo, y tras estas especulaciones, Dickie Arbiter, ex secretario de prensa de la Casa Real británica deslizó que se trataría simplemente de un encuentro para informar de "reformas" en palacio y que se enmarcaría dentro de las reuniones de personal típicas de esta monarquía.