
Pese a que 11 candidatos se presentan en estas elecciones presidenciales -los que han conseguido al menos 500 apoyos de otros cargos electos-, sólo cuatro de ellos tienen posibilidad de pasar a la segunda vuelta, que se celebrará el 7 de mayo en Francia, si fuese necesario. Si alguno de los candidatos llegase a la mayoría absoluta, no sería necesaria una segunda vuelta.
Marine Le Pen, del Frente Nacional, Emmanuel Macron, de En Marcha, Françios Fillon, de Los Republicanos, y Jean-Luc Mélenchon, el líder de Francia Insumisa, pelearán por quedar en una de las dos primeras posiciones.
Marine Le Pen
Le Pen, líder del Frente Nacional, es la candidata que ha ido ocupando el primer puesto de las encuestas con más asiduidad. Con un discurso de extrema derecha, centrándose en temas marcados por el nacionalismo o la xenofobia, Le Pen también ha querido acercarse a los electores de la derecha clásica con medidas populistas relacionadas con Estado del Bienestar, la seguridad y las libertades públicas.
En cuestiones económicas, la líder del Frente Nacional plantea la creación de un impuesto del 3% sobre las importaciones llamado 'patriotismo económico', que será donado a los empleados que ganen menos de 1500 euros al mes, el mantenimiento de la jornada laboral de 35 horas semanales, establecer que la edad de jubilación sea a los 60 años (ahora situada en 62), nacionalizar las empresas de autopistas, un incremento del 30% en los presupuestos asignados a investigación, la promoción nuclear como fuente de energía y elevar el presupuesto en Defensa.
Entre las medidas más polémicas de su programa, Le Pen propone un referéndum para romper abruptamente con la Unión Europea, acabar con el tratado Schengen y tener un control exhaustivo de las fronteras (que se llevaría a cabo con la contratación de 15.000 nuevos agentes y 6.000 funcionarios de aduanas). La ruptura con la Unión Europea se vería 'contrarrestada' con un acercamiento progresivo a Rusia.
Una parte muy importante de su programa es la inmigración. Le Pen quiere reducir el número de inmigrantes a 10.000 personas al año, deportar a los que hayan cometido delitos, denegar la ayuda médica a los ilegales e introducir en la Constitución la "preferencia nacional", en la que se establece que un francés tendrá siempre preferencia ante un extranjero al solicitar un empleo, una subvención, una plaza escolar o cualquier otra cosa. Por otro lado, en cuestiones de seguridad nacional, Le Pen propone retirar la nacionalidad francesa a los terroristas y el establecimiento de la cadena perpetua.
Para acercarse a los votantes de la derecha clásica, muchos de los cuales se han quedado 'huérfanos' después de la polémica de Fillon, Le Pen recoge en su programa medidas sociales en materia de salud, bienestar y educación, como la lucha contra el "fraude social" o el aumento del subsidio de solidaridad para los ancianos, los discapacitados y las familias numerosas.
Emmanuel Macron
El centrista Emmanuel Macron, líder de En Marcha! (una formación política que coincide con sus iniciales), es uno de los candidatos más europeistas y con uno de los programas económicos más completos, aunque no exento de críticas.
En cuanto a su programa económico, Macron es el único candidato que propugna mantener el déficit por debajo del 3%. El líder de En Marcha! pretende instalar un seguro de paro universal para los empresarios, los agricultores o los autónomos, una jornada laboral flexible (más de 35 años para los jóvenes y menos para los mayores de 50), eliminar 120.000 puestos de funcionarios, rebajar impuestos, suprimir las cotizaciones por sanidad y desempleo que el trabajador paga y una jubilación 'a la carta' que varíe en el número de años según el caso de cada persona.
De cara a Europa, Macron propone preservar Schengen, fortalecer Frontex con la movilización de 5.000 guardias o la creación de un sistema de información común. La UE respiraría si saliese elegido como el nuevo presidente de Francia.
El candidato social reformista maquilla todas sus iniciativas con dosis aleatorias de ecología y respeto a la diversidad. Macron destinará 50.000 millones a la inversión ecológica, otros 15.000 a la formación de jóvenes y parados y 5.000 a Sanidad, que irán destinadas, por ejemplo, a la reforma de hospitales.
Además, es partidario de una reforma del modelo electoral, sustituyendo el modelo mayoritario a dos vueltas por un modelo proporcional que facilite la situación de los partidos más jóvenes.
François Fillon
El líder de Los Republicanos, en caída después del escándalo sobre los empleos ficticios de su familia, intenta hacerse con el Elíseo mediante un programa de derechas de fuerte carácter liberalizado.
Fillon pretende acabar con la jornada de 35 horas laborales por semana endureciendo la controvertida reforma laboral y poniendo un techo de 48 horas (las marcadas por la ley), reducir en 100.000 millones de euros el gasto público o eliminar medio millón de puestos de funcionarios. También quiere retrasar hasta los 65 años la edad de jubilación. Por el contrario, propone rebajar y suprimir impuestos y cargas sociales a las empresas para que se ahorren 50.000 millones de euros en cinco años. En el aspecto económico, su programa es muy similar al de Alain Juppé.
El líder de Los Republicanos también quiere emplear mano dura contra el yihadismo expulsando a todos los sospechosos con doble nacionalidad o prohibiendo el regreso a los franceses que hayan ido a combatir a Siria o Irak. También es partidario de prohibir el burkini. Fillon pretende recomponer las relaciones con el presidente ruso Vladimir Putin y con el presidente sirio Bashar al Assad para acabar con el Estado Islámico. En cuanto a la relación con la Unión Europea, planea un referéndum sobre el reparto de refugiados entre los países de la Unión Europea.
Fillon se ha mostrado muy comprensivo con la Manif pour Tous, el exitoso movimiento de la derecha contra el matrimonio homosexual. Por eso, propone prohibir la adopción por parte de parejas heterosexuales, hoy legal en Francia. En el terreno católico, arrastra más simpatías que Marine Le Pen.
Jean-Luc Mélenchon
El candidato del movimiento La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, es autodefinido como "el presidente de la paz", el candidato de la izquierda. Es el mejor orador y cuenta con una excepcional popularidad entre los inmigrantes, los jóvenes y un sector de la izquierda urbana que se siente huérfana.
Promete en su programa un incremento del gasto público de 27.000 millones de euros y un plan de 100.000 millones en inversiones. Por otro lado, el aumento del gasto se financiaría fundamentalmente a través de nuevos impuestos, emisión de deuda, combate contra la evasión fiscal y crecimiento económico. El programa incluye un incremento del 15% en el salario mínimo francés, un nuevo fondo para combatir la pobreza y crear empleo. El programa de Mélenchon prevé reducir el paro hasta el 6% para 2022. También defiende la jornada laboral de 32 horas.
Mélenchon, como Le Pen, propone un vuelco total, una ruptura completa con los marcos de referencia (Unión Europea, OTAN...) que han definido Francia. Además, pide restaurar la soberanía nacional monetaria, combatir "el dumping" social de los productos extranjeros, crear nuevos impuestos favorables a la defensa y producción nacional, apoyar a los trabajadores y las empresas nacionales, relanzar la economía nacional y relanzar el consumo popular elevando el salario mínimo de manera sustancial.
Estos cinco candidatos no están solos, Benoît Hamon, del Partido Socialista Francés, Nathalie Arthaud, de Lucha Obrera, François Asselineau, de Union Populaire Républicaine, Jacques Cheminade, de Solidaridad y Progreso, Nicolas Dupont-Aignan, de Debout La France, Jean Lassalle, de Resistamos, y Philippe Poutou, de Nuevo Partido Anticapitalista, completan las candidaturas.