Nuevas ganancias en el Nikkei, que se anotó un 0,34%, hasta situarse en los 9.832 puntos. Pese a esta subida seguimos sin ver demasiada convicción en el rebote que desarrolla el índice a lo largo de las últimas jornadas.
No se ha cerrado ni siquiera el último de los huecos abiertos a la baja durante la última caída, concretamente el que se generó a partir de los 9.978, y la presión compradora no ha sido capaz de recuperar ni un 38,20% del último tramo bajista. Todo ello invita a la cautela y a considerar este rebote como vulnerable.
No nos sorprendería que en próximas jornadas se impusieran de nuevo las caídas y que incluso éstas fueran capaces de profundizar por debajo de los mínimos del lunes en 9.628 puntos. Piensen que el objetivo teórico mínimo de caída que marcaba el patrón bajista en forma de cabeza y hombros que se confirmó la semana pasada tras perderse los 10.40, se localiza en la zona de los 9.550; ligeramente por debajo de los mínimos de la caída.
En efecto, es pronto todavía para poder hablar de reordenación al alza a corto plazo o favorecer que se retome la tendencia alcista principal que, por otro lado, todavía sigue vigente y que no mostrará deterioro mientras eventuales recortes no profundicen por debajo de soportes fundamentales que presenta el Nikkei en los 9.000 enteros. Con todo, el comportamiento de la renta variable internacional invita a pensar que el proceso bajista del Nikkei podría ser menos intenso y convertirse más en un proceso lateral.
Después de esta corrección lateral podría valorarse una nueva subida hasta entornos de 12.500 siempre que las caídas no profundicen por debajo de los reseñados 9.000, siendo una señal de fortaleza que no se perdieran los 9.500.