
El Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, ha analizado uno de los temas más sonados del día, la inclusión en el PIB de prostitución y drogas. Eurostat ha incluido estos campos junto al I+D, un cambio metodológico que ha elevado un 3,4% el PIB entre 1997 y 2013.
Becerra explica en La Carta de la Bolsa que el PIB "expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final en un país durante un periodo de tiempo determinado", de modo que si las drogas, las armas y la prostitución generan un valor en la Unión Europea estimado en 480.000 millones de euros "¿por qué no se legalizan?", se pregunta el catedrático catalán.
Desde las instituciones políticas se mantiene que la legalización de las drogas o la prostitución no acabaría con las grandes mafias, la solución no es lagalizarlas, sino acabar con las ilegalidades que cometen estos grupos.
¿Legalizar las drogas?
Algunos economistas sí han abogado por la legalización de estos sectores, que ahora si cuentan para el cálculo del PIB. Juan Ramón Rallo, director del Instituto Juan de Mariana explica brevemente: "Si la legalización de las drogas no pondría fin a los narcos, ¿por qué no hay grandes narcos del alcohol o del tabaco?".
Por su parte, Niño Becerra se pregunta que por qué se contabiliza como PIB las drogas y la prostitución y no "las tareas domésticas que en el hogar llevan las llamadas 'amas de casa'".
Becerra asegura que la razón es muy sencilla, "porque (las amas de casa) no están remuneradas". Para poner en contexto la importancia que tienen en la economía las 'amas de casa', Becerra recurre a una frase del famoso economista norteamericano Paul Samuelson: "si los ejecutivos estadounidenses se casasen con sus cocineras, el PIB de EEUU se reduciría a la mitad", puesto que esas cocineras pasarían de ser empleadas con salario a 'amas de casa'.